Perú – Carretera Panamericana
La costa sur del Perú es la mejor costa del mundo para conducir una motocicleta, pues la carretera desciende hasta el mar, antes de elevarse majestuosamente para formar acantilados mezclados con lados de dunas de arena. Además la carretera está recién asfaltada y tiene una superficie excelente.
Bolivia – Salar de Uyuni
Cuando el salar está seco, es una fiesta por lo impactante que es su visión panorámica. Todo lo que hay ante ti en cada dirección son huellas hexagonales de la cristalización de la sal por la evaporación del agua.
La superficie sólida sobre la que se puede y se permite conducir tiene varios metros de grosor y cubre una capa excepcionalmente rica en litio, donde existe el 50-70% de las reservas mundiales conocidas de este importante mineral.
Bolivia – Valle de las Rocas
Cuando te encuentres con tu motocicleta en esta cumbre en el Valle de las Rocas, te sentirás inspirado como nunca antes.
Argentina – Paso de San Francisco
Aquí se sube hasta los 12.000 pies más o menos. En la frontera por la que entras en Argentina, hay una carretera de dos carriles recién asfaltada en el Altiplano, una llanura que se extiende entre altos picos montañosos que brillan con los pliegues y empujes del cobre, el salitre en los bordes de los lagos secos, las chinchillas que se lanzan por la carretera cuando te acercas, y hasta cóndores, con sus dos metros de envergadura.
México – Baja California
Desde Tijuana, pasando por San Felipe, en la costa este, hasta Puerto San Francisquito, el tráfico se hacía más escaso. La ruta es dinámica e incluye largos tramos llanos de pista que se filtran a través de bosques de cactus para luego entrar en una sección de montaña.
