Cueva de las Lechuzas: enigmática gruta en Tingo María que no puedes dejar de visitar

Desde hace un buen tiempo, Huánuco se ha convertido en un destino amigable, esto gracias al carisma y calor de su gente que no dudan en abrirle las puertas a los miles de turistas que los visitan anualmente en busca de sus encantos naturales. 

Qué duda cabe, la Cueva de las Lechuzas es el más grande atractivo que presenta el Parque Nacional Tingo María. Se trata de una gruta conocida como “Las Lechuzas”, producto de que en ella habiten una especie de aves muy similares a las lechuzas, aunque en realidad se trate de guácharos.

Los lugareños por error llamaron lechuza al ave de guácharo, la más numerosa en esta cueva. De allí que se haya quedado como la Cueva de las Lechuzas. Recordemos que algo parecido pasó con el Sótano de las Golondrinas, el colosal abismo en México. 

Así, el guácharo es una ave nocturna que al igual que los murciélagos, navega por el sistema de ecolocación (emite sonidos e interpreta el rebote de éstos para poder captar las cosas).

Un lugar que muchas veces pasa desapercibido por los turistas, pero que también demuestra la belleza de nuestro país. La Cueva de las Lechuzas, en las faldas de la cordillera de “La Bella Durmiente”, es una gran gruta de piedra caliza en donde viven colonias de aves, murciélagos, reptiles e insectos.

Los turistas pueden observar la entrada de la gruta y unos metros del fondo, guiándose por expertos del lugar para conocer las especies que se pueden divisar hasta allí. Actualmente solo se ha explorado unos 400 metros de la cueva, y se desconoce su salida o a cuántos metros estaría el final.

peru.com

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