Los expertos del sector auguran un rápido repunte de los viajes, ya que la demanda acumulada indica que los canadienses están deseosos de hacer las maletas y salir al extranjero una vez más. Pero una vez que se levanten las restricciones de viaje y se reabran las fronteras, ¿a dónde se dirigirán primero?
Según David Green, vicepresidente comercial de G Adventures, Costa Rica ha hecho un trabajo estelar a la hora de comunicar a los viajeros cómo visitar el destino, reconociendo la importancia del turismo para su economía.
Actualmente, los viajeros de todas las nacionalidades pueden entrar y no es necesario presentar una prueba de COVID-19 negativa ni pasar la cuarentena a su llegada.
Sin embargo, los viajeros deben mostrar una prueba de una póliza de seguro de viaje que incluya la cobertura contra el coronavirus (un mínimo de 50.000 dólares de gastos médicos y 2.000 dólares de alojamiento ampliado), completar una tarjeta sanitaria digital 48 horas antes del viaje y seguir las directrices locales de distanciamiento físico y uso de mascarilla.
Estas medidas, junto con el hecho de que el país no está densamente poblado y ha mostrado una “sólida gestión de la crisis”, son razones por las que los viajeros consideran que Costa Rica es un país seguro para viajar, dice Green. Y para los canadienses en concreto, su proximidad a Canadá es una ventaja añadida.
“Costa Rica ha manejado bien la pandemia en general y ha tenido éxito en la reintroducción del turismo debido a los protocolos que ha implementado, que se siguen estrictamente. Poco a poco, el país ha podido adaptarse a la nueva realidad y seguir con el plan de reapertura al turismo”, dice Green.
“Actualmente, el país funciona y opera de forma muy similar a como lo hacía antes de la pandemia, pero con protocolos en los puntos de contacto con los turistas. Se ha reducido el aforo, se mantiene el distanciamiento social siempre que es posible y, cuando no lo es, se exigen máscaras. Estas medidas han permitido a Costa Rica controlar la propagación de la pandemia”, añade.
