Las líneas entre el trabajo y el resto de nuestra vida se están diluyendo de formas nuevas e inusuales.
Millones alrededor del mundo han hecho una repentina transición al trabajo a distancia en medio de la pandemia de COVID-19. No es sorprendente que esto tenga preocupados a algunos empleadores acerca de cómo mantener la productividad de los empleados. Sin embargo, de lo que deberían estar igualmente preocupados es de un riesgo a largo plazo: el agotamiento de los trabajadores.
Las líneas entre el trabajo y el resto de nuestra vida se están diluyendo de formas nuevas e inusuales y muchos empleados que están trabajando a distancia por primera vez seguramente tendrán dificultades para mantener fronteras saludables entre sus vidas personales y profesionales.
Para demostrar su lealtad, devoción y productividad, quizá sientan que deben trabajar todo el tiempo. Las tardes se mezclarán con las noches; los días hábiles se mezclarán con los fines de semana, y permanecerá muy poco sentido del tiempo de descanso.
Muchas investigaciones sugieren que es crucial dibujar líneas entre nuestras vidas personales y profesionales, especialmente para nuestra salud mental. La pandemia de COVID-19 hace que mantener dichos límites sea especialmente desafiante. Muchas escuelas están cerradas, y las guarderías podrían ya no ser opción, poniendo cargas adicionales sobre los padres y madres trabajadores o los empleados de bajos ingresos.
Entonces, ¿cómo pueden los empleados seguir dividiendo sus vidas dentro y fuera del trabajo, considerando la extraordinaria situación en la que muchos nos encontramos actualmente?