En conferencia de prensa Brian Pierce, economista en jefe del organismo, destacó que según la encuesta de viajeros, que se realizó a principios de abril en 11 países, un 69% de los pasajeros podría retrasar su regreso hasta que su situación financiera se estabilice.
Al respecto, Alexandre de Juniac, director general de IATA, dijo que la confianza de los pasajeros sufrirá doblemente pues por un lado estarán las preocupaciones económicas personales y por otro la seguridad sobre los viajes.
Según IATA, los primeros indicios del comportamiento prudente se observan en los mercados nacionales como el de China y Australia donde las tasas de infección de coronavirus han descendido considerablemente. En el caso de China la demanda apenas comenzó a recuperarse con un 40% en el mercado nacional, pero en Australia las tasas se sitúan en 10%.
“El comportamiento del mercado interno es un indicador crítico, ya que se espera que la recuperación posterior a la pandemia sea liderada por los viajes nacionales seguidos de los regionales y luego los intercontinentales a medida que los gobiernos eliminan progresivamente las restricciones, pero parece improbable un repunte inmediato de la catastrófica caída de la demanda de pasajeros. La gente todavía quiere viajar, pero nos dicen que primero quieren claridad sobre su situación económica y que probablemente esperarán al menos unos meses antes de regresar a volar”, apuntó el director de IATA.
De Juniac recordó que IATA estima que unos 25 millones de empleos en el sector están en riesgo por la pandemia y se espera que los ingresos de las aerolíneas caigan hasta 314 mil millones por debajo de 2019, es decir, 55% menos. Además de que las aerolíneas gastarán unos 61 mil millones de dólares de su liquidez en el segundo trimestre cuando se espera que la demanda se desplome 80%. Por lo anterior pidió nuevamente a los gobiernos a que ayuden al sector y puso como ejemplo a Virgin Australia que el lunes se sometió a concurso mercantil ante el desplome del tráfico aéreo.
