Los nuevos aviones imitan la piel de los tiburones para ahorrar combustible

Lufthansa ya dispone de los primeros aviones con una superficie parecida a los dentículos de la piel de los tiburones que limita la fricción del aire


El consumo de combustible es clave en aspectos esenciales del futuro de la aviación, desde la reducción de emisiones al precio de los billetes. Hay distintos estudios en marcha sobre el uso de mezclas de aceites reciclados, por ejemplo. Entre ellos, uno de Airbus, centrado en el llamado carburante sostenible de aviación (SAF), obtenido con el reciclaje de aceite de fritura.

Sin embargo, hay otra forma de reducir el consumo: la reducción de la resistencia de los aviones. Lufthansa Technik y Basf llevan un tiempo investigando en la aerodinámica, hasta poner sobre la mesa estos días un nuevo proyecto conjunto bautizado como ‘AeroShark’, una película de superficie que imita la estructura fina de la piel de un tiburón, que se desplegará en toda la flota de Lufthansa Cargo’s desde principios de 2022, y que posteriormente podrá utilizarse en los aviones de pasajeros.

La estructura de la superficie consta de pequeñas ‘riblets’ (de 50 micrómetros) que imitan las propiedades de la piel de tiburón, de forma que optimizan la aerodinámica de la aeronave. Para un carguero de Boeing 777F, la reducción de la resistencia aerodinámica podría traducirse en el ahorro de más de un 1 por ciento de combustible. Para la flota de diez aviones de esta aerolínea, esto se traducirá en un ahorro anual de alrededor de 3.700 toneladas de queroseno.

La piel de los tiburones está cubierta por miles y miles de escamas pequeñas, o dentículos, que varían en forma y tamaño alrededor del cuerpo. Ese peculiaridad ha servido de inspiración a los diseñadores de aviones y expertos en aerodinámica desde hace años.

La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos, de la Universidad Politécnica de Madrid, ya trabajó con esta idea en 2007, cuando explicaban así el proceso: «Una de las opciones para optimizar la superficie de la aeronave es la fijación de las denominadas ‘riblets’, unas ranuras colocadas en el sentido del flujo que limitan la fricción en el flujo turbulento y reducen la resistencia entre un cinco y un ocho por ciento. Se asemeja a los dentículos que presentan los tiburones en su piel y que han llegado a inspirar la creación de bañadores que permiten una mejor aerodinámica en el agua».

Las superficies exteriores utilizadas en la aviación están expuestas a factores como la fuerte radiación ultravioleta, así como las fluctuaciones de temperatura y presión en altitudes elevadas, entre otros. Por lo tanto, el trabajo de laboratorio de Basf se ha centrado –explica– « en lograr una durabilidad y resistencia a la intemperie extremas».

elmundoalinstante.com

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