Museo Munch: el nuevo icono de Oslo

Diseñado por el estudio de arquitectura Herreros, el Museo Munch es uno de los más grandes del mundo dedicado a un solo artista, albergando entre sus muros más de 26.700 obras del artista.


Ubicado en el barrio de Bjørvika, donde los ríos Akerselva y Alna se encuentran con el Fiordo de Oslo, el Museo Munch acaba de reabrir sus puertas con una nueva estructura que multiplica por cuatro las áreas de exhibición anteriores.

Las once nuevas salas de exposiciones albergan la colección de obras de Edvard Munch más extensa del mundo –más de 26.700– lo que convierte al museo en uno de los más grandes del mundo dedicados a un solo artista.

El estudio de arquitectura español Herreros se ha encargado del diseño del edificio, cinco veces más grande que el original, transformando el skyline de la capital noruega.

Entre las obras más destacadas, encontramos pinturas murales monumentales como El sol (1909), de casi 8 metros, así como varias versiones de la obra más emblemática de Munch, El grito, incluido un estudio temprano en pastel de 1893 y una versión posterior de 1910.

Además, Tracey Emin, una de las artistas más célebres y controvertidas del Reino Unido, expone en dos pisos la que es su primera gran exposición nórdica.

Un edificio pasivo.Einar Aslaksen / MUNCH

LA COLECCIÓN

26.313 metros cuadrados, 13 pisos, 11 galerías –con 4.500 metros cuadrados de espacio de galería– y unas 26.700 obras –más de 200 en exposición permanentemente– son algunas de las apabullantes cifras del Museo Munch.

El núcleo principal que compone la colección fue donado por el propio Edvard Munch a la ciudad de Oslo y alberga más de la mitad de sus obras conocidas.

Entre las 26.700 obras, encontramos pinturas, grabados en madera, fotografías –Munch compró una cámara Kodak en 1902 y hoy es considerado uno de los primeros artistas en experimentar con la fotografía de autorretrato–, dibujos y acuarelas de Edvard Munch desde 1873 hasta 1944.

La colección también incluye muchos otros elementos del legado original que Edvard Munch dejó a la ciudad, como planchas de impresión y piedras litográficas, miles de cartas y unos 10.000 objetos de sus pertenencias personales.

Las expuestas actualmente están divididas en varias zonas: Edvard Munch: Infinite, Edvard Munch: Monumental, Edvard Munch: Shadows, Edvard Munch: Up Close y Edvard Munch: All is Life.

El museo también ha reservado un espacio para las exposiciones temporales, que acogerán muestras de artistas noruegos e internacionales, las cuales explorarán la influencia perdurable de Munch en las generaciones de artistas que le siguieron.

Cada ganador del premio Edvard Munch Art Award (EMAA) tendrá una exposición individual en el Museo Munch. El primer artista en exponer se anunciará en enero de 2022 y a partir de entonces, también se celebrarán las exposiciones de ganadores anteriores como Camille Henrot, Laurence Abdu Hamdam y Kerstin Brätsch.

Juan Herreros y Jens Richter.Jan Khür / MUNCH

La propuesta arquitectónica de Juan Herreros y su socio, Jens Richter, se basa en la idea de un museo en forma de torre, donde las principales funciones se organizan verticalmente.

Así, con sus 57,4 metros de altura, revestida con paneles de aluminio reciclado, perforada de diversos grados de translucidez y con su sección superior inclinada, la torre ya se ha convertido en un hito visible desde todos los rincones de la ciudad.

La torre se asienta sobre un podio de tres pisos y tiene dos zonas: una estática y otra dinámica. La zona estática es una estructura de hormigón cerrada, que cumple con estrictos requisitos de seguridad, humedad y luz natural para proteger el arte en su interior.

La zona dinámica, por su parte, tiene una fachada abierta y transparente con vistas a la ciudad, y allí, los visitantes pueden moverse entre las diferentes áreas de exposición.

El piso superior se abre a un área de observación, que ofrece algunas de las vistas más espectaculares de Oslo. ¿La intención de los arquitectos? “Que los visitantes descubran no solo las obras de arte, sino también Oslo y su historia”.

Las vistas: una de las claves del Museo Munch.Einar Aslaksen / MUNCH

CERO HUELLA AMBIENTAL, MUCHA HUELLA ARTÍSTICA

La primera piedra del nuevo museo se colocó en 2016, tras un largo y acalorado debate sobre el diseño y la ubicación, no muy distinto al que dio lugar a la construcción del museo original en Tøyen.

Durante toda su andadura hasta dar con el resultado final, el proyecto se ha planteado en todo momento según los criterios del programa FutureBuilt, cuya visión es mostrar que “las áreas urbanas climáticamente neutrales, basadas en una arquitectura de alta calidad, son posibles”.

Así, los edificios que siguen este planteamiento deben reducir al menos a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los edificios modernos convencionales en relación con el transporte, el consumo de energía y la elección de materiales.

No te pierdas el restaurante del piso 13.Einar Aslaksen / MUNCH

Muchas de las decisiones arquitectónicas del proyecto han sido tomadas atendiendo a un factor principal: el clima. La fachada cerrada, orientada al este, evita el calentamiento excesivo durante el verano y el sistema de ventilación natural ahorra energía en la zona dinámica.

El museo se encuentra en el barrio de Bjørvika.Einar Aslaksen / MUNCH

Además, “la fachada le dará a Munch una presencia enigmática y siempre cambiante en la bahía de Bjørvika, reflejando las impresionantes condiciones de luz en Oslo que cambian constantemente a lo largo del día y durante las diferentes estaciones”, dijo Jens Richter, del estudio Herreros.

El edificio, construido con hormigón bajo en carbono y acero reciclado, cumple además con los estándares de construcción pasiva, es decir: el consumo de energía se reduce con la ayuda de medidas pasivas como la recuperación de calor adicional, ventanas extremadamente aisladas y un excelente aislamiento general.

La nueva estructura  multiplica por cuatro las áreas de exhibición anteriores.Einar Aslaksen / MUNCH

EVENTOS, TALLERES Y MÁS

La experiencia en el Museo Munch va mucho más allá de las áreas de exhibición, pues ofrece un amplio programa de eventos en el que pueden participar visitantes de todas las edades.

Por ejemplo, las instalaciones de investigación y conservación son accesibles al público, por lo que todo el mundo puede conocer cómo se desarrolla el trabajo de preservación del legado de Munch. También están previstos conciertos, lecturas, así como talleres de pintura para niños y adultos.

El museo cuenta además con áreas para comer y beber y un restaurante con vistas en el piso 13.

“El edificio es parte de una generación de nuevos museos en todo el mundo que están redefiniendo las instituciones culturales y que están avanzando desde el concepto de archivo histórico para convertirse en lugares para reuniones sociales, lugares donde todos pueden reunirse y descubrir algo nuevo” afirma Juan Herreros.

LA EXPOSICIÓN INAUGURAL… Y LAS QUE VIENEN

En el programa de apertura del museo encontramos la exposición Tracey Emin / Edvard Munch: The Loneliness of the Soul (La soledad del alma), que se podrá visitar hasta el 2 de enero de 2022.

La muestra, comisariada por Kari Brandtzæg, explora la influencia de Edvard Munch en Tracey Emin y cómo su obra ha dado forma a su trabajo durante varias décadas.

Los visitantes serán testigos de un “diálogo” entre los dos artistas, con nuevas obras de Emin mostradas junto con piezas de Munch de la colección del museo que Emin ha seleccionado personalmente.

La siguiente exposición, que tendrá lugar del 12 de febrero al 8 de mayo de 2022, será The Savage Eye (El Ojo Salvaje) y se centrará en la relación entre el surrealismo y algunos de los artistas simbolistas más importantes, como Paul Gauguin, Odilon Redon, August Strindberg, Edvard Munch y Auguste Rodin.

A partir del 30 de abril y hasta el 28 de agosto, podremos ver Satyricon and Munch, una muestra en la que la banda noruega de black metal Satyricon se encontrará con el trabajo de Edvard Munch.

“Los visitantes del nuevo museo siempre podrán experimentar los aspectos más destacados de la carrera artística de Edvard Munch, junto con exposiciones cambiantes de obras de otros artistas”, afirma Stein Olav Henrichsen, director del museo.

Por: María Casbas

Condé Nast Traveler

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