¿Cómo afecta la contaminación a la salud de las personas?

Nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado que provoca diversas enfermedades y siete millones de muertes anuales


La Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirma que prácticamente toda la población mundial (99%) respira un aire que no cumple los mínimos de calidad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta mala calidad del aire incrementa el riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares como ictus y respiratorias, entre otros efectos negativos, y causa siete millones de muertes anuales que podrían evitarse. La ONU ha solicitado el cese la financiación de los combustibles fósiles que están en el origen de este grave problema de salud pública.

Al menos, parece que la concienciación entre los ciudadanos y las administraciones públicas ha aumentado. Por ejemplo, ya hay 6.000 ciudades en el mundo que miden actualmente la calidad del aire, 2.000 más de las que ya lo hacían en los registros de 2018. Este control no ha incidido en una mejora de la calidad del aire que respiramos en el que abundan las partículas finas y las de dióxido de nitrógeno. Un aire contaminado provoca un incremento de enfermedades cardíacas y respiratorias, y también de cáncer de pulmón. El ozono causa o empeora principalmente asma. El dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre también contribuyen a que se produzcan enfermedades respiratorias como más casos de asma, afectaciones bronquiales, inflamación e insuficiencia pulmonar.

En definitiva, los efectos de la contaminación del aire sobre la salud son evidentes y graves. La OMS asegura que un tercio de las muertes por accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y cardiopatías tienen relación directa con la contaminación del aire. Este organismo internacional indica que respirar este aire de mala calidad tiene un efecto similar al de fumar tabaco y es mucho más grave que, por ejemplo, los efectos provocados por seguir una dieta con una alta cantidad de sal. Es un problema de salud pública que hay que abordar urgentemente porque diariamente respiramos un aire lleno de contaminantes microscópicos que sobrepasan las defensas del cuerpo y penetran en el sistema respiratorio y circulatorio, lo que produce daños en pulmones, corazón y cerebro.

Consejos para limitar los efectos de la contaminación
La OMS ha hecho pública una lista con consejos para intentar limitar levemente los efectos de la contaminación. Aconseja, en primer lugar, evitar caminar por calles muy concurridas en horas punta y, si se pasea acompañado de un niño pequeño, hay que levantarlo del suelo para que no esté al nivel de los tubos de escape de los vehículos. Asimismo, hay que evitar estar parados mucho tiempo en calles de gran tránsito de vehículos. Es conveniente no usar el coche en los días de mayor contaminación para no contribuir a empeorar los niveles del aire. Es importante también buscar sitios menos contaminados para hacer ejercicio al aire libre. Se debe evitar también la quema de residuos domésticos porque suelen producir un humo muy dañino para la salud.

Los efectos de la contaminación son especialmente graves en la población infantil. En todo el mundo, se calcula que hasta un 14% de los niños de entre 5 y 18 años tienen asma relacionada con un entorno con aire contaminado. Cada año, más de medio millón de niños menores de 5 años mueren por enfermedades respiratorias asociadas con la contaminación del aire que, por otro lado, causa también cánceres infantiles.

Las mujeres embarazadas que están expuestas a un aire contaminado tienen más riesgo de que se les adelante el parto, haciendo que los bebés nazcan con un peso más bajo y que el crecimiento del cerebro del feto se vea perjudicado. Y también se ha relacionado, según la OMS, la relación entre la contaminación y la disfunción cognitiva tanto en niños como en adultos. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, es tajante y afirma que “el aire contaminado envenena a millones de niños y está arruinando sus vidas. No podemos permitirlo. Todos los niños deberían respirar aire limpio para crecer y desarrollarse plenamente”. Un factor que explica porque los niños padecen con más fuerza los efectos de la contaminación del aire es que respiran más rápido que los adultos y, por tanto, absorben más partículas contaminantes.

elmundoalinstante.com

 

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