Entre Cielo y Tierra: “Turismo, Actividad bajo Control o bajo Libre Desarrollo”

Después de más de 60 años de desarrollo del turismo en los diferentes continentes todavía existen diferencias de criterios sobre si esta actividad debe regularse más a fondo o si por el contrario debe liberalizarse. El tema no solo es complejo sino interesante, ya que la perspectiva gubernamental, la privada y la académica, tienen diferentes matices respecto a que debe ser controlado y que debe permanecer sin regulación o ser liberado.


Comencemos con la perspectiva gubernamental: La forma como los Estados intervienen en la economía depende de su estructura política y de la ideología administrativa que manejan, y esta relación Estado – Economía, puede convertirse en un indicador de cómo serán los resultados para cada uno de los sectores productivos, en particular para el turismo que es una actividad socioeconómica muy sensible a las políticas de Estado o del gobierno de turno. Existen tres tipos de relaciones entre la Economía y la Política:

1. La Política controla totalmente a la Economía: Este tipo de relación lo atribuimos normalmente a las Dictaduras de izquierda o de derecha, a las Monarquías absolutas, y a las Pseudo-Democracias autocráticas, modelos estos donde, con pocas excepciones, se impone el modelo de desarrollo a seguir y el Estado tiende a monopolizar o controlar el aparato productivo. Si estas políticas de Estado fracasan, entonces la economía, incluyendo a todos sus sectores (Turismo, Petróleo, Agricultura, Minería), también fracasan. Excepcionalmente en los Estados donde los criterios políticos son progresistas y enfocados hacia el éxito, la Economía controlada puede también ser exitosa. Se puede inferir que en este tipo de relación la economía dependerá de la positiva orientación que pudiera tener el Estado.

2. La Economía controla a la Política; este es el caso de muchos países donde el poder de los sectores económicos determina el apoyo a los partidos políticos y sus gobernantes, controlando de ese modo sus decisiones respecto a la Economía. Los sectores económicos presionan al Estado sobre los aspectos y políticas que convienen a su interés, bien leyes, incentivos, limitaciones a la competencia extranjera, subsidios, etc. Aquí el Turismo, como parte de la Economía, solo se desarrollará positivamente si el sector productivo lo considera un negocio.

3. La Política y la Economía interactúan: Aunque es un modelo escaso, Estado y Economía actúan sin condicionarse, excepto por el marco jurídico general que se debe cumplir. En estos casos el Turismo también se desarrollará solo si es negocio ya que no hay normalmente incentivos o subsidios para la economía y tradicionalmente el Estado a través del Gobierno, procura solo intervenir en los sectores comúnmente reservados al servicio público, como el transporte público de pasajeros, la recreación popular y la promoción cultural, actividades muy vinculadas al turismo, pero ajenas al negocio turístico.

Sin embargo, para todos los casos de relacionamiento entre la Política y la Economía, será absolutamente necesario que el Estado en sus diferentes estadios Nacional, Regional o Municipal, defina políticas y normas respecto a la sostenibilidad ambiental, económica y socio cultural, no porque se trate de una nueva tendencia, sino porque estos temas tocan la necesidad de la humanidad de preservar su ambiente, sus valores socioculturales y sus fuentes de producción y trabajo. Además de los aspectos de sostenibilidad hay otros temas que son ineludibles para el Estado, como el Ordenamiento Territorial, el Urbano, la Política Laboral, la Seguridad, la Higiene y Sanidad, entre otros, y los que de una u otra manera están relacionados con el desarrollo y operación del turismo.

La percepción que el sector privado generalmente tiene acerca de cómo debe desarrollarse el turismo es quizás simplista: libertad económica, poca regulación, el Estado sólo interviene en las áreas de su competencia directa es decir en los temas de seguridad, salud, ambiente, sanidad, transporte público, educación, entre otros que no compitan con los que el sector privado puede desarrollar. Apoyo económico a través de incentivos, créditos blandos o subsidios, y libertad de tarifas y de condiciones generales de los servicios a prestar.

La perspectiva académica tal vez está más basada en la investigación, en la búsqueda del deber ser de la actividad turística, en la necesidad de que todo gire alrededor de la sostenibilidad, la generación de empleo, el  desarrollo urbano y comunitario, la promoción de los valores patrimoniales, y la educación y capacitación para el turismo.
De todo lo anterior podemos inferir que los modelos donde se aplica un estricto control de la actividad, normalmente el turismo es operado por el Estado con aisladas concesiones al sector privado, mientras que en aquellos donde predomina la liberalidad de la actividad, aunque existan algunos controles relacionados con sanidad, ordenamiento, licencias y responsabilidad ante terceros, la operación la conduce el sector privado.

Willian J. Bracho
Abogado, Maestría en Gerencia del Turismo Sostenible
Especialista en Dº de la Navegación
wjbracho@yahoo.com

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