Proyectando el Turismo: Nuestro Iguazú

Las Cataratas de Iguazú son uno de los atractivos turisticos más visitados de nuestro continente. Su fama y reconocimiento han logrado que una prospera actividad turística surja en sus alrededores. Hoteles de diversas categorías, paseos, tours, excursiones, comercio, restaurantes, transporte… en fin, todo lo que un destino turístico consolidado mueve y genera.


Están ubicadas muy cerca de la triple frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil, sin embargo, solo estos dos últimos países las comparten, pues el rio Iguazú marca la frontera entre ellos.

Ciudad del Este en Paraguay con unos 300.000 habitantes, Foz  do Iguaçú en Brasil con unos 254.000 habitantes y Puerto Iguazú en Argentina, con una población de solo 45.000 personas, son las ciudades que se benefician de su explotación turística. La ciudad argentina está a menos de 20 km de las famosas cataratas, por su parte la brasilera a unos 30. Indiscutiblemente la situación fronteriza, y la existencia de ciudades que suman más de medio millón de habitantes le dan vida al destino. En 1902 el gobierno argentino inicia en un plan para convertir la zona en parque nacional e impulsar su desarrollo como destino turístico, pero ya antes de 1890 se organizaban paseos turísticos para admirar las caídas de agua.

En el año 2012, las Cataratas de Iguazú fueron incluidas en la lista de las 7 maravillas naturales del mundo.

En resumen, dudo que haya un colega del turismo en nuestro país no sepa o haya oído hablar de las famosas cataratas.

Sin embargo, no todos conocen la existencia de unas cataratas en nuestro país que rivalizan con Iguazú y en algunos aspectos las supera holgadamente. Me refiero al Salto Pará, ubicado en el corazón del Edo. Bolívar. El Salto Pará, o Kuyuwishodü, como es conocido por los indígenas de la zona, es un accidente geográfico que rompe abruptamente el cauce del río Caura, estableciendo la división entre el bajo y el alto Caura. Este salto de agua es el segundo del mundo en extensión, siendo el primero las cataratas de Khone, en el río Mekong, en Laos con más de 10 mil metros de anchura, pero el Salto Pará es el más grande de América, con un ancho de 5.608 m..

Como puede observarse en esta tabla comparativa, el Salto Pará tiene más del doble de ancho que Iguazú, también lo duplica en caudal. Mientras el Salto Pará tiene una altura más o menos constante, Iguazú tiene saltos que van desde los 40 hasta los 80 metros de desnivel. Este máximo lo consigue en la llamada Garganta del Diablo, ubicada en el lado brasilero. En lo que si queda totalmente minimizado nuestro Pará es en el número de visitantes. Iguazú esperaba superar el 1.7 millones de visitantes en 2020.

El Salto Pará, está literalmente en el medio de la nada (como también lo estuvo Iguazú en algún momento) Luego de dos días de viaje desde Caracas, se llega finalmente al pueblo de Las Trincheras. El viaje desde Las Trincheras hacia el Salto Pará consiste en una navegación por el río Caura en curiara durante unas 5 o 6 horas, hasta llegar a El Playón. Desde ahí se inician las caminatas que llevan al Salto Pará. Es toda una expedición.

Salto Pará

Pero son joyas como estas las que deben diferenciarnos turísticamente del resto del mundo. Sol y playa hay en muchos lugares, pero un relámpago del Catatumbo, un Salto Ángel, un Salto Pará son únicos nuestros.

Solo deseo que cuando finalice la pesadilla bolivariana, el turismo realmente sea una prioridad y pueda hacerse un desarrollo sostenible y sustentable de nuestras maravillas naturales. Sin duda el turismo pudiera dejar en segundo plano a la explotación petrolera.

Alberto Aristeguieta

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