Entre Cielo y Tierra: “La lucha por la recuperación de los destinos turísticos”

A casi dos años del inicio de la pandemia COVID-19, tiempo durante el cual el turismo, el transporte de pasajeros y muchas otras actividades relacionadas estuvieron casi totalmente paralizadas, se está planteando un verdadero reto para los países, sus destinos turísticos y empresas afectadas, quienes están tratando, a toda costa, de recuperar su posicionamiento en el mercado y sus ingresos, de manera de poder levantar cabeza y sobrevivir en un mundo postpandemia, que ya no será el mismo.


A pesar de la aparición, aprobación y masiva aplicación de las diferentes marcas de vacunas anti COVID-19, el virus se mantiene, muta y se reconvierte en una variante mas poderosa, ante esto las autoridades sanitarias han autorizado la aplicación de una nueva dosis para los ya vacunados, buscando mejorar la inmunización en estos y con ello bajar los índices de contagios y reincidencias. La solución prevista no ha sido tan efectiva como se pensaba debido a varios factores: 1. La eficacia de las vacunas no ha sido tan alta como se esperaba; 2. Un 20% o 30% de la población no cree en la vacuna y por eso no está dispuesta a vacunarse; 3. Muchos vacunados creen que ya no corren riesgo de nuevo contagio (lo cual se ha demostrado que no es cierto); 4. Muchas personas no respectan las recomendaciones de distancia social, uso de máscaras tapa boca, higiene personal de cara y manos, y de evitar conglomeraciones; 5. El sistema inmunológico de cierta parte de la población es débil debido a su mala alimentación, o a enfermedades preexistentes; y 6. En muchos países el porcentaje de no vacunados es alto, bien por la no disposición de suficientes vacunas o por problemas de logística. Según algunos expertos, la pandemia se degradará a una enfermedad recurrente y persistente como la gripe, el dengue, etc., con la cual tendremos que convivir por muchos años.

Países como USA, México, República Dominicana y Singapur, que han tomado la decisión de normalizar las actividades económicas, incluidas el turismo y el comercio internacional, han sido criticados por otros más cautelosos, pero lo cierto es que para ellos es muy importante que su economía siga adelante en paralelo con los esfuerzos por reducir los niveles de contagios y de muertes por la pandemia. Las economías con alto grado de dependencia del comercio exterior y el turismo están preocupadas por la preservación de sus mercados naturales, y de aquellos que han logrado construir y consolidar con mucho tiempo y esfuerzo.

Las líneas aéreas internacionales de pasajeros y la empresas de cruceros, severamente castigadas por las medidas de restricción de movilización internacional de personas, tomadas por los países, con el fin de minimizar el crecimiento de la pandemia, están poco a poco recuperando su operatividad y sus mercados, a tal punto que algunas están rehabilitando aeronaves que habían sido retiradas de la flota (caso Airbus 380), debido al aumento de los volúmenes de demanda, y otras están buscando activamente el regreso de muchos pilotos, sobrecargos, mecánicos y
empleados de tierra, que habían sido cesanteados o jubilados prematuramente debido a la parálisis causada por la aparición del virus chino.

Los destinos turísticos específicos, por su parte, enfrentan una lucha distinta. Aquellos considerados excepcionales debido a sus recursos naturales, culturales o artificiales, únicos, o sumamente escasos, se recuperarán rápidamente si cumplen con los protocolos sanitarios, exigen que los visitantes estén vacunados, y tomen diferentes medidas para garantizar, en lo posible, los contagios dentro de sus predios e instalaciones; en el caso de aquellos destinos que ofrecen productos mas generalizados como sol y playa, selva o montaña, la competencia por recuperar los niveles de demanda e ingresos será más intensa en medio de costos más altos debido a las medidas sanitarias y precios más bajos para poder atraer a los visitantes. El trabajo conjunto entre las empresas de transporte y los destinos turísticos será un factor clave para la recuperación de estos, la meta es captar o retomar la demanda de aquellos países emisores que tengan estadísticas bajas en materia de COVID-19 (% de vacunados, de contagios y de fallecidos). La economía de muchos destinos depende casi exclusivamente de la llegada de visitantes extranjeros, y estas corrientes turísticas tienen que representar bajo riesgo para el destino porque de lo contrario la publicidad negativa causará la exclusión de la listas de los mayoristas de turismo y se cortará dicho flujo de personas y de ingresos.

Las autoridades sanitarias y turísticas tienen mucho trabajo que hacer para apoyar el esfuerzo de las empresas de transporte y los destinos turísticos en su recuperación económica.

Willian J. Bracho
Abogado, MSc. Gestión del Turismo Sostenible.
wjbracho@yahoo.com; Instagram: @estratega_Consultores_wb

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