Proyectando el Turismo: El auge de un rincón poco conocido

A estas alturas no cabe duda que la pandemia del COVID-19 ha generado cambios a todo nivel. Mientras para algunos sectores y personas ha habido resultados negativos, económicamente hablando, otros han visto surgir nuevas oportunidades.


Una de estas oportunidades ha sido propiciada por el significativo aumento del número de excursionistas y visitantes a la antigua estación El Encantado, la primera central hidroeléctrica que le suministró electricidad a Caracas, localizada en el municipio El Hatillo, al sur-este de la ciudad. 

El Encantado  también fue la primera central hidroeléctrica en su tipo en América Latina. Su funcionamiento inició en agosto de 1897 bajo la administración de la Compañía Anónima Electricidad de Caracas, la cual había sido fundada un par de años antes.

Restos de la primera central hidroeléctrica. Foto: Simy Rodríguez

La primera parada de este paseo, es donde se encuentran los restos de las turbinas de dicha central hidroeléctrica.

Este trozo de historia se ubica al pie del Peñón de las Guacas, uno de los mayores atractivos de los alrededores, por su pared rocosa y las impresionantes vistas del torrente del rio Guaire.  Una pasarela cavada en la roca permite, a manera de balcón, tener panorámicas realmente sorprendentes del paisaje circundante. Guardando las distancias, este paseo se asemeja al Caminito del Rey, descrito en esta columna hace solo unas semanas.

Pasarela a lo largo del Peñón de las Guacas

Los habitantes de los caseríos cercanos coinciden en afirmar que en estos meses de pandemia han visto un aumento exponencial del número de visitantes, superando las mil personas durante los fines de semana.  

Aunque este número dista por mucho de la cifra de visitantes que reciben otros atractivos similares, como lo pueden ser La Cueva el Indio o la popular Sabasnieves, el flujo de excursionistas y amantes de la naturaleza ha propiciado que surjan kioscos y modestos establecimientos con venta de jugos naturales, agua mineral, dulces, agua de coco, cachapas, etc. Incluso ofrecen servicio de moto-taxi, para aquellos a quienes les resulte muy pesado el camino de regreso.

Pasarela a lo largo del Peñón de las Guacas

 Lo cierto es que nuestra ciudad no deja de sorprendernos y ofrece generosa, a quienes deseen descubrir sus secretos, nuevas opciones de esparcimiento. Un poco más adelante, continuando el camino, se llega a la cueva Zuloaga, cuyo acceso fue rehabilitado hace solo unos meses.

Torrente del río Guaire

Cuánto mejor no seria este recorrido si hubiese habido la verdadera voluntad política para sanear el río Guaire y devolverle las aguas cristalinas y limpias de otrora.

Sabemos que ello si es posible, tal y como comenté en esta misma columna en Julio de 2016 poniendo como ejemplo el saneamiento hecho por las autoridades coreanas en un río que atraviesa la ciudad de Seúl, convertido hoy un lugar de esparcimiento para sus ciudadanos.

Ese ejemplo del lejano oriente me permite mantener el optimismo y creer que algún día los caraqueños podremos disfrutar y admirar un Guaire limpio.

Alberto Aristeguieta

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