Mucho se ha hablado de este tema en los últimos años, pero muy poco se ha hecho para lograr mejorarla. Tanto la conectividad entre países de Latinoamérica, como la necesaria entre Latinoamérica y la subregión Caribe, son muy deficientes en general. El problema principal radica en que algunos países no cuentan con vuelos directos, desde sus capitales o ciudades principales, que los conecten con otros en la región, siendo necesario hacer una o más escalas, algunas veces con largos tiempos de conexión, para poder llegar al destino requerido.
En una ruta aérea internacional los transportistas buscan optimizar económicamente cada segmento de esta a través de la generación de ingresos por venta de boletos a pasajeros y la movilización de carga; el tránsito hacia terceros destinos también es parte del negocio.
El problema tiene varias aristas que trataré de analizar en forma resumida: Tamaño del Mercado, Distancia entre ciudades; Derechos de Transporte; Tamaño, Capacidad y Flota de las empresas aéreas autorizadas; Limitaciones de los Aeropuertos; y Voluntad Política del liderazgo político de las ciudades pares interesadas y de sus respectivas autoridades aeronáuticas.
El Tamaño del Mercado es muy importante para la sostenibilidad de la ruta, si las ciudades a conectar (ciudades pares) poseen población económicamente activa suficiente, entonces el primer factor de evaluación es positivo. El tamaño del tránsito a través de dicho país o ciudad también es interesante.
Distancia entre Ciudades. Esta variable tiene que ver con el costo de operación de la ruta y con el alcance de los aviones a utilizar. Querer conectar dos ciudades muy distanciadas no solo requiere utilizar aeronaves con mayor autonomía de vuelo, sino también estar conscientes de que habrá que utilizar mayor número de horas de vuelo y en consecuencia más combustible que en promedio representa el 30% de los costos de operación. Si el tamaño del mercado es importante la consideración sobre la distancia pudiera pasar a un segundo plano.
Derechos de Transporte. Para poder conectar dos ciudades elegidas como pares es necesario tanto que los transportistas internacionales estén designados dentro del convenio bilateral, como que en este exista la previsión de que dichas ciudades pueden ser servidas por las líneas aéreas autorizadas. En los Convenios de Cielos Abiertos la evaluación y autorización de conexión de ciudades pares es más simple ya que esto queda en manos de la Autoridad Aeronáutica.
Tamaño, Capacidad y Flota de las líneas aéreas. Las empresas designadas deben poseer las aeronaves apropiadas para el desarrollo de nuevas rutas que busquen mejorar la conectividad. A veces el tamaño del mercado puede requerir un inicio de operación con aeronaves de menor número de asientos, y si las empresas existentes en el mercado no poseen ese tipo de aviones entonces no les interesará el nuevo destino. Quizás aquí será muy importante la actuación de las autoridades aeronáuticas para buscar incorporar una o más líneas aéreas como designadas, que cuenten con aeronaves de capacidad adecuada, a fin de que puedan servir la nueva ruta.
Limitaciones de los Aeropuertos. Por supuesto que no sólo es necesario evaluar los factores anteriormente mencionados, los aeropuertos que sirven a las ciudades que se desean conectar deben tener las condiciones técnicas necesarias, así como la logística para atender el movimiento de aviones, pasajeros y carga que se generará una vez iniciada las operaciones de vuelo. Aeropuertos con alta elevación geográfica, pistas muy cortas, terminales de pasajeros no adecuados en cuanto a capacidad y servicios, rampas de estacionamiento insuficientes, y vías de acceso muy limitadas, restringirán severamente el tráfico, por lo que una decisión respecto a servir dichos destinos de forma regular estará muy comprometida.
Voluntad Política. Para el establecimiento de nuevas rutas que pretendan mejorar la conectividad de un país o de alguna de sus ciudades principales también se necesita voluntad política de las autoridades correspondientes a la ciudad como al país. Adecuar un aeropuerto regional para el tráfico internacional requiere mejorarlo físicamente, lo cual implica inversiones importantes a veces no presupuestadas, también requiere el establecimiento de oficinas de servicios de migración, aduanas, sanidad animal y vegetal, entre otras.
En el caso de la subregión Caribe existen ciertas peculiaridades que impiden una mejor conectividad. Primeramente, hay que considerar que la gran mayoría de los países de esta gran área poseen una economía que depende fundamentalmente del turismo, por lo que sus exportaciones son intangibles pues sólo venden servicios turísticos y naturaleza a sus visitantes; sin embargo, los países allí existentes si tienen necesidad de importaciones, de las cuales el menor porcentaje se hace por vía aérea. Asociado a lo anterior está el tamaño del mercado, algunas islas del Caribe tienen poca población o poco mercado potencial de tránsito para viajar a la mayoría de los países latinoamericanos, incluso a los propios caribeños. Al no apreciarse un tráfico de pasajeros y/o carga de retorno, para muchas líneas aéreas es preferible pensar en una operación de temporada turística, más no, en una operación regular que implique el riesgo de bajo promedio de ocupación que a su vez afecte negativamente el punto de equilibrio en materia de costos-ingresos. Los dos organismos de integración regional que existen en el Caribe, es decir, CARICOM y la Asociación de Estados del Caribe, han buscado mejorar las condiciones para incrementar la conectividad a través de una revisión y relanzamiento de sus convenios de transporte aéreo, y de la creación de una alianza con los países que conforman la cuenca del Caribe, sin embargo, hasta la fecha estos esfuerzos han sido insuficientes.
Como se puede apreciar, mejorar la conectividad intra regional en Latinoamérica y Caribe requiere de un gran esfuerzo mancomunado de autoridades, comunidades y empresas aéreas.
Dado que la pandemia china que nos afecta ha impactado severamente al turismo y al transporte aéreo, se hace necesario incentivar nuevamente el tráfico de pasajeros y carga dentro de Latinoamérica, y entre esta y el Caribe, promoviendo también la conectividad aérea entre ciudades actualmente no servidas.
Willian J. Bracho
Abogado, MSc. Gestión del Turismo Sostenible, Esp. Derecho de la Navegación.wjbracho@yahoo.com; willianbracho@estrategaconsulting.net Instagram: @Estratega_Consultores_wb