Proyectando el Turismo Viajes “low-cost” sobre rieles

Un importante segmento del transporte aéreo mundial se realiza a bordo de las llamadas líneas aéreas “low-cost” o de bajo costo.


La primera compañía de precios bajos fue la estadounidense Pacific Southwest Airlines, que inició sus vuelos el 6 de mayo de 1949. A menudo y de forma errónea se concede este mérito a Southwest Airlines, aerolínea también estadounidense que no empezaría a operar hasta 1971. Con el proceso de desregulación vivido por la aviación a principios de la década de 1990, el modelo se extendió a Europa, con aerolíneas como la irlandesa Ryanair o la británica easyJet. 

A pesar de que el “boom” de las “low-cost” se dió a partir de la década de los 90 (sobre todo en Europa), ya a fines de los 70 la aerolínea Laker cubría la ruta Londres – Nueva York. Sin embargo, la crisis económica de principios de los 80 llevó a esta pionera de los vuelos “low-cost” trasatlánticos, a la quiebra.

Recientemente el concepto de los viajes “low-cost” ha ingresado, y con mucha aceptación, al mercado ferroviario.

El anuncio de un nuevo servicio de tren “low-cost”  que conecta tres capitales de Europa Central, Praga, Viena y Budapest, fue hecho por la empresa privada checa Regiojet.  La ruta ya estaba en funcionamiento entre la República Checa y Austria, aunque había estado suspendida desde marzo debido a la pandemia de coronavirus, pero la línea ahora se ha extendido a Hungría.

Dos trenes circulan diariamente en cada dirección, y los billetes tienen un precio de apenas 16 € entre Praga y Budapest y de solo 9 € de Viena a Budapest, ello incluye reserva de asientos y WiFi. Una verdadera ganga si consideramos que ese es el precio promedio de un ticket de un día para el transporte urbano en las principales ciudades europeas. Las clases con boletos más costosos incluyen además café gratis y refrigerios con descuento, y tienen acceso a un sistema de entretenimiento en el respaldo de los asientos.

Regiojet espera competir con las aerolíneas para ofrecer viajes más cómodos y ecológicos por la región, y aunque el tiempo de viaje de siete horas entre Praga y Budapest es significativamente más largo que el vuelo, los viajeros con mentalidad ecológica, o quienes desean ahorrar una importante cantidad de dinero, podrían optar por un servicio de transporte más sostenible.

Praga

Una nueva investigación ha descubierto que varios servicios de tren en Europa son en realidad más rápidos que volar, y cada vez es más fácil tomar un tren por todo el continente. A medida que se avanza para salir de la pandemia de coronavirus, algunos economistas argumentan que una nueva red de trenes “ultrarrápidos” que conecte las capitales debería ser parte de los planes de recuperación post-pandémica de Europa.

Regiojet ha tenido un verano ajetreado. En junio, la compañía lanzó un nuevo servicio de tren nocturno entre Praga y la costa croata que fue tan popular que funcionará todas las noches de la semana hasta finales de septiembre, cuando volverá al horario original de tres veces por semana. Vendió más de 30.000 tickets en sus primeras semanas y más de 4000 en un solo día, batiendo récords de venta de la compañía.

Sin duda son opciones a tener en cuenta cuando se considere viajar por esas latitudes.

Alberto Aristeguieta

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