Para desarrollar el turismo, deben estar de acuerdo gobierno y actividad privada

Importantes cambios y transformaciones se producían en el país cuando Juan Suárez Lemos asume la presidencia de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo AVAVIT. Venezuela se proyectaba como país turístico, aunque se le daba prioridad absoluta al ingreso petrolero que mantenía el gasto y la prosperidad. Esa directiva de AVAVIT se preocupó por el turismo receptivo; propició un cambio en los Estatutos para incluir, en su junta directiva a mayoristas y operadores receptivos.


Juan Suárez reseña que, para 1991, cuando por primera vez asume la presidencia, AVAVIT transitaba por caminos tradicionales. Con el equipo que presidió se inicia la trasformación en las actividades gremiales, así como en las relaciones con las líneas aéreas, los hoteles, y la Ley de Multipropiedad como actividad hotelera. Se adquiere la sede actual de la Asociación, con 800 mts de oficinas. Se lucha por cambiar la mentalidad del agente de viajes hacia el desarrollo futuro, actividad esta que se mantiene. En asociación con Coleman, experto organizador de foros y encuentros internacionales de turismo, realizan un evento en Caracas con la participación de 2000 personas.

“Vivimos momentos especiales y trascendentales”, indica Suarez; el sector tiene una problemática muy específica que cada quien quiere solucionar en base a lo que propicia. Para desarrollar el turismo, deben estar de acuerdo el gobierno y la actividad privada. El turismo se puede desarrollar fácilmente, pero tiene que haber acuerdo. Cada uno debe asumir su propio rol. Es el caso del turismo de sol y playa, el cual es igual en todas partes; Venezuela tiene variadas alternativas en su geografía, pero, insiste, tenemos que ponernos de acuerdo para desarrollar el programa que queremos desarrollar.

Aconseja hacerse experto en el manejo de los medios de comunicación, incorporarse en las nuevas tecnologías con las nuevas generaciones, a manera de ofertar servicios a través de ellos; diversificar la empresa, unir, ofrecer todo tipo de servicio, cambiar; buscar ingresos a través del turismo receptivo, que a su vez produce divisas al país. El turismo de exportación está bien, pero el que deja riqueza es el receptivo y para ello se requiere recurso, capital y asesoría. Debemos ser creativos y serviciales.

La presencia de AVAVIT en el exterior es un factor promocional institucional de Venezuela; para ello se establecieron varios objetivos; uno eminentemente didáctico, otro, promocional. Con la celebración de sus Congresos, AVAVIT asume la tarea de promocionar Venezuela como destino turístico, con acciones dirigidas a los distintos mercados en sus diferentes segmentaciones. A Suarez le correspondió presidir cuatro Congresos de AVAVIT, cada uno con un tema específico: en 1991, “Cambio y Crecimiento hacia la Calidad” en Atlantic City; en 1992, “Liderazgo y Superación Permanente” en Palma de Mallorca; en 1995, “Presencia de Venezuela en el Mundo” en La Toja, Galicia; y en 1996 “Integración Latinoamericana” en Río de Janeiro.         Ciertamente, AVAVIT ha sabido convertir la crisis en oportunidad, y esa oportunidad se completa en el esfuerzo constante, y el desarrollo profesional y empresarial que se constituye en una de las prioridades de las principales actividades de la Asociación.  

Juan Suarez Lemos llegó a La Guaira el 24 de octubre de 1957. Era un mozalbete, proveniente de las montañas de Galicia, víctima de la guerra civil española. En ocasión de los 68 de AVAVIT, Relata que para el año 1960 ya trabajaba en Viajes Pirineos, una de las pocas agencias que existían, y tuvo la dicha de que el dueño, Luís Lecumberry, lo designara para que representara a la empresa en las reuniones de ANAV; allí nutre sus conocimientos con los precursores del turismo en Venezuela que fomentaron deseo gremial y necesidad de consolidar en el futuro lo que con tanto esfuerzo lograron crear. Fue una época de cambios, pasar de pasajes de barcos y trenes a boletos de avión. En 1974 funda su propia agencia, Viajes Suevia. También hace vida social en la Hermandad Gallega, donde se sentía identificado con las costumbres arraigadas en Galicia, pasándola en lugar de sus padres, y donde llega a ocupar la presidencia en varias oportunidades. A lo cual expresa: “Cuando las cosas se hacen bien, con ahínco y convicción, las circunstancias te llevan a ocupar cargos significativos”.

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