Entre Cielo y Tierra: “¿Cómo recuperar el turismo pasada la pandemia?”

La pregunta de las mil lochas. No sabemos cuánto tiempo más durará la crisis sanitaria, pero si estamos seguros de que pasará, el tema es cómo haremos para reactivar el motor del turismo en un país que, además de la situación social y económica preexistente, ahora está sumamente escaso de gasolina y de divisas para adquirirla.


Bien conocemos que el turismo es la actividad económica que más empleo genera y la que mayor efecto multiplicador produce, por tanto, esa rueda hay que moverla de manera que empiece lentamente a buscar su giro normal.

Desde mi punto de vista el turismo internacional tardará mucho mas tiempo en normalizarse, pero el turismo nacional seguro lo hará más temprano, y como antesala, la recreación individual y familiar nos ayudará a reactivar las visitas a playas de rio, lagos y mares, así como a santuarios, parques nacionales y monumentos naturales. Esa recreación que implica pequeños desplazamientos de menos de 24 horas será la actividad que la gran mayoría de los venezolanos y residentes podrán hacer ante la escasez de ingresos y la de combustible; para ello va a ser muy importante el apoyo del gobierno nacional, estadal y municipal proveyendo el transporte público suficiente para poder llegar a los destinos turísticos-recreacionales. También, en este caso los municipios, tendrán que esmerarse en la limpieza e higiene de todos los sitios bajo su jurisdicción, de manera que el ambiente sanitario donde se recrearán los visitantes sea pulcro y con facilidades de alimentación y servicios sanitarios.

Un aspecto sumamente importante y previo al inicio de esa movilización recreativa son los protocolos sanitarios para evitar el resurgimiento del virus chino, por supuesto que lo ideal es que ya contemos con una vacuna que permita inmunizar a la población contra el re-contagio, pero mientras ella llega, las autoridades sanitarias, conjuntamente con las autoridades de transporte, turismo, alimentación y policía, de los distintos niveles de gobierno (Central, estadal y municipal), deben asegurarse que se elaboren y difundan unas estrictas normas que deben ser cumplidas por todos los prestadores de servicio, las empresas públicas y las propias autoridades, me refiero a: control de personas sospechosas de estar enfermos; higienización de los espacios que van a ser utilizados por los visitantes (playas, baños, comedores, etc.), y de los vehículos de transporte público o privado; uso de máscaras tapa narizboca y guantes en los espacios cerrados; separación mínima entre grupos afines que asistan a los espacios recreativos; mecanismos para desinfectar manos y guantes de los clientes que entren a establecimientos comerciales, especialmente de comidas y bebidas; facilidades para que la gente lave o desinfecte sus manos y/o guantes en los espacios públicos o en el abordaje a los vehículos de transporte público. Parece todo exagerado, pero es posible y ya se está haciendo en varios países.

En la medida que se normalice el suministro de combustibles, y que las personas puedan disponer de un poco más de dinero para poder pernoctar fuera de su casa, podremos pasar a la fase de recuperación del turismo interno. Esto puede tardar mucho más tiempo ya que la situación económica del país está agravada por la crisis política. Los establecimientos de alojamiento, de alimentación, y las empresas de transporte aéreo y terrestre tendrán que bajar suficientemente las tarifas para que el común de los venezolanos pueda volver a movilizarse dentro del territorio nacional, y tendrán que promover todas las medidas sanitarias que, como garantías, se ofrezcan a los viajeros. Lo anterior va a significar que todos dichos establecimientos y empresas deberán incrementar los entrenamientos a su personal, la motivación por la prestación y calidad del servicio, y, sobre todo, el brindarle seguridades al cliente en relación con la prevención suficiente para evitar una nueva propagación del virus. Algunos establecimientos podrán contar con sofisticados aparatos médicos, que ya están en el mercado, para la detección temprana del virus en los huéspedes que llegan a registrarse. Los destinos pequeños y/o aislados (posadas, resorts, etc.) tendrán ciertas ventajas para el control sanitario al tener un público cautivo cuya rotación es menor que la de un hotel.

Toda esta etapa de renacimiento de la actividad turística conllevará muchos cambios en los patrones de conducta de empleadores y empleados, de autoridades y prestadores de servicio, y de los propios visitantes. Las consecuencias de la pandemia dejarán profundas cicatrices en la actividad empresarial, laboral y particular. El turismo no será igual por mucho tiempo, habrá mucho temor, mucha escasez de dinero para viajar ya que, para la mayoría, apenas lo habrá para comer y comprar medicinas.

El turismo internacional receptivo reaparecerá con el tiempo, para ello el transporte aéreo internacional tendrá que haberse normalizado. Creo que primero vendrán los que ya conocían el país y sus maravillas naturales, luego llegarán aquellos que captemos con una buena campaña publicitaria, en la cual dejemos ver no sólo lo que tenemos en naturaleza, sino nuestro compromiso con la sostenibilidad y la calidad de servicio.

El camino no será fácil, pero si posible.

Willian J. Bracho Rojas
Abogado, MSc. en Gestión del Turismo Sostenible
Especialista en Derecho de la Navegación
willianbracho@estrategaconsulting.net
Instagram: @estratega_consultores_wb

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