Alvaro Montenegro: El turismo como factor de desarrollo y bienestar social

Siempre hablamos del turismo como una actividad económica anexa, restándole sin querer la importancia que puede tener para el desarrollo de un país o una región, y para el bienestar social de sus pobladores. La mayoría de las veces, sin querer, menospreciamos el turismo porque lo ubicamos como parte del entretenimiento y de aspectos superficiales de nuestras vidas.


Sin embargo, el turismo puede ser un factor clave de bienestar social y desarrollo. Muchos países se han dado cuenta de ello, y en consecuencia le dan la importancia que realmente merece esta actividad económica. Para comenzar, el turismo es un formidable generador de empleos dignos. Básicamente, el sistema turístico implica a una gran cantidad de personas que viven en un lugar determinado, atendiendo a muchas otras personas que vienen de territorios diferentes. Por eso, la interacción humana es la piedra angular del turismo.

Es casi un dogma de fe pensar que por cada unidad monetaria invertida, el turismo genera más empleos dignos y estables que cualquier otra actividad económica que existe, incluyendo a la agricultura y construcción. La red turística parece un enjambre de personas atendiendo y conociendo a otras personas. Desde guías turísticos hasta taxistas, pasando por mesoneros, artesanos, camareras y botones hoteleros, vendedores de comida ambulante y hasta músicos locales, consiguen trabajo con la llegada de los turistas a cualquier sitio.

Además, el turismo es una herramienta formidable para generar ingresos en monedas extranjeras. ¿Qué puede ser mejor para cualquier economía, que unos ingresos adicionales en divisas? Pero la particularidad especial que tienen las divisas percibidas por el turismo, es que no se tiene que extraer ningún recurso natural a cambio de ese dinero. Para comparar actividades generadoras de divisas, al sacar petróleo, oro, diamantes, o coltán de nuestras entrañas, estamos vaciando nuestra tierra y disminuyendo nuestros recursos naturales. Muy diferente es el dinero que nos paga el turista por ver nuestros paisajes, bañarse en nuestras playas, observar la naturaleza, escuchar nuestra música, subir nuestras montañas, o probar nuestra gastronomía.

El dinero que se percibe por el turismo es un dinero limpio, no desentierra nuestros recursos naturales, sino que los potencia. Si cada turista europeo que visite durante una semana cualquier playa del Caribe, gasta unos USD 1.000 en promedio por echarse en la arena a tomar sol, o pasarla bien descubriendo el lugar, se lleva en el corazón un poco de nuestras sonrisas y de nuestra cultura, para compartirlas con sus amigos una vez regrese a casa. Y a nosotros, los receptores del turismo, nos deja, además de sus divisas, un aprendizaje sano sobre otras culturas muy interesantes.

Entonces, empleos y divisas es lo que genera el turismo. Eso significa, bien administrado, bienestar social y desarrollo para el país que recibe turistas. Al haber suficientes empleos dignos en cualquier comunidad, automáticamente se entra en una fase de prosperidad económica. El desarrollo debe acompañar a esa bonanza, para que el florecimiento sea duradero.

Ese desarrollo turístico beneficia no solo a los turistas, sino a toda la población. Por ejemplo, los turistas necesitan agua, luz, seguridad, redes telefónicas, Internet, y otros servicios públicos, para que su experiencia sea satisfactoria, ¿verdad? Si no la tienen, no visitan el destino. Al instalarlas para adecuar el lugar como para recibir turistas, se benefician ellos y también toda la población. Por eso el turismo trae, a las zonas donde se desarrolla, progreso y bienestar para todos.

Con ese razonamiento tan sencillo, pero poco convencional, si estamos de acuerdo en los principios, debemos mirar al turismo en Venezuela como el nuevo petróleo. Desde ese punto de vista, sería más importante para nosotros que vinieran 100.000 turistas extranjeros a Margarita, Mérida, Canaima y otros, que producir 100.000 barriles adicionales de crudo.

Claro que podemos. Vivimos en el país más bello del mundo, con una biodiversidad fantástica, una gastronomía de primera, y una gente muy amable. México recibió unos 32 millones de turistas extranjeros en el año 2021, Argentina, Brasil, y República Dominicana, recibieron más de 6 millones cada uno. ¿Cuántos queremos recibir nosotros?

eluniversal.com

Volver al boletín

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *