Entre Cielo y Tierra: “Calidad de los espacios turísticos en los destinos”

La limpieza e higienización de playas, parques y otros espacios públicos, aprovechables para el turismo y la recreación, normalmente es competencia de las gobernaciones de estado, municipios, y otras instituciones públicas encargadas de la administración de playas, parques, y espacios acuáticos; lograr que efectivamente permanezcan limpios, es una tarea mancomunada de entes públicos, comunidades, empresarios y visitantes, donde los factores, educativos, tecnológicos, normativos y de control, deben integrarse como un sistema permanente que permita garantizar tanto el objetivo como la calidad de este. Los países del llamado primer mundo y muchos destinos que viven de la actividad turística lo han logrado, incluso en Venezuela, existen ya varios destinos donde se observa
una nueva actitud y organización al respecto. Sin embargo, todavía hay mucho que hacer para que podamos alcanzar la calidad ambiental deseada en la actividad turística.


En Venezuela, en décadas pasadas, se gastaron decenas de millones de dólares en supuestos planes de limpieza, saneamiento e higienización que no lograron nunca mantener las playas libres de basura y otros elementos contaminantes, por la concepción errada de una operación limpieza única o periódica, que no atacaba los problemas en su origen y de manera sistemática. Cabe decir que existen áreas geográficas con situaciones muy particulares, como es el caso del eje costero Carenero-Rio Chico, gravemente afectado por la importante descarga de las aguas del rio Tuy que arrastran diariamente miles de toneladas de desperdicios sólidos con alta presencia de materiales plásticos, metálicos y de madera, además de residuos orgánicos animales. Una situación como esta hace imposible
mantener las playas limpias, ya que aguas arriba, en todas las poblaciones que vierten sus aguas negras al Tuy, hay que instalar plantas de separación de materiales y tratamiento de aguas negras, lo cual hasta ahora no se ha
hecho.

En el litoral de Vargas, Anzoátegui y Sucre, encontramos playas sin basura, pero contaminadas por aguas negras provenientes de desagües de viviendas o locales de comida, que son canalizados directamente al mar. En Carabobo y Falcón varios derrames petroleros han dejado su huella en muchas playas, incluyendo las del parque nacional Morrocoy.

En el estado Nueva Esparta, observamos algunos esfuerzos importantes en Playa El Agua, donde se retiraron todos los kioscos de comida ubicados a corta distancia de la orilla de playa, los cuales vertían sus aguas servidas al mar, existiendo una campaña municipal para mantener sin basura dicha área costera; sin embargo, en otras zonas como
El Tirano, Manzanillo y Pampatar también existe el mismo problema de contaminación por aguas negras o por la limpieza del pescado que realizan los pescadores, como faena diaria, a orilla de playa, donde también concurren recreacionistas y turistas a bañarse.

Las playas del estado Zulia, además del problema de la basura y contaminación por aguas servidas, también padecen los continuos derrames de petróleo y otras sustancias químicas.

De lo dicho anteriormente podemos resumir que tanto las playas como otros espacios útiles al turismo, debemos liberarlos y protegerlas tanto de la basura, aguas servidas y sustancias contaminantes que se descargan en los ríos, lagos y mares, como de la basura que dejan los usuarios locales y los visitantes. Para lograrlo necesitamos insistir en la idea de un sistema permanente que articule diferentes aspectos:

Educación y Concientización. Es muy importante que desde la educación primaria y secundaria se inculque en los niños y adolescentes el valor de la higiene y limpieza tanto en el hogar como en los espacios públicos; además, a los usuarios y visitantes, de los espacios públicos se les debe concientizar a través de todos los medios disponibles y de manera permanente, respecto a mantener estos limpios. Siendo Venezuela un país petrolero, la prevención y seguridad industrial es en extremo necesaria para evitar la contaminación por derrames desde refinerías, instalaciones de almacenamiento y buques.

Tecnología. Vivimos en un mundo donde la tecnología domina los procesos. Desde el uso de plantas de tratamiento, máquinas barredoras, palas mecánicas, higienizadoras de la arena, compactadoras de basura, camiones de recolección de contenedores de basura, embarcaciones diseñadas para recoger la basura que flota en los espacios acuáticos, hasta el uso de cámaras de vigilancia fijas o móviles (Drones), son imprescindibles para el mantenimiento de los espacios naturales.

Normativa. Es necesario que existan normas que den soporte al sistema, por ejemplo, la obligatoriedad de todos los prestadores de servicios turísticos, usuarios locales, visitantes, y otros actores, de respetar el ordenamiento y reglamentos de uso, así como recoger toda la basura que genere la prestación de sus servicios o de su estadía en el espacio público; esto incluye también la obligación de colocar recipientes para la disposición de la basura, ya que no se le puede exigir a los que interactúan en tales espacios que recojan la basura si luego no encuentran recipientes o lugares para la disposición de la misma. Por último, el sistema de limpieza pasa por la necesidad de que alguna empresa, o ente público o privado, recoja la basura acumulada en tales recipientes o lugares, con la frecuencia
necesaria para que no se produzca la contaminación ambiental y visual. La normativa también debe establecer cada cuanto tiempo se deben barrer y/o higienizar los espacios. Esta normativa puede ser una ordenanza municipal
que recopile aspectos de normas ambientales y sanitarias y que también incluya las sanciones por incumplimiento. En materia de derrames petroleros o petroquímicos existen normas nacionales y convenios internacionales que obligan a mitigar, limpiar, restaurar e indemnizar los daños a las costas y a terceros afectados.

Control. Las actividades de control son de importancia vital, no me refiero solo al control que normalmente deben ejecutar las autoridades que
tienen las atribuciones sobre limpieza e higienización de playas y otros espacios públicos útiles al turismo, sino también el control de las autoridades de turismo, las cámaras y asociaciones profesionales, y la comunidad, esta
última beneficiaria final de que su ambiente tenga calidad ambiental y turística, y de que los recreacionistas y turistas repitan su visita y su gasto turístico que mueve la economía local.

Aunque en el pasado el turismo internacional receptivo no ha sido para Venezuela la mayor fuente de ingresos de divisas, de cara a futuro puede serlo; además, combinando este con el desarrollo del turismo interno, representaría la más importante vía para el desarrollo económico municipal y regional, y la fuente principal de generación de empleo.
Para cerrar el tema cabe mencionar aquel pensamiento atribuido al pensador chino, creador del denominado taoísmo, Lao Tsé, quien según algunas versiones literarias dijo: … “Dale un pescado a un hombre y comerá tan solo un día, enséñalo a pescar y comerá toda la vida”. Esto, aplicado a lo anteriormente narrado equivaldría a que no podemos pensar que sea suficiente limpiar un día las playas y otros espacios públicos útiles para el turismo, sino que lo importante es mantenerlas siempre limpias para que persista la actividad turística.

El principal activo de los destinos turísticos es su ambiente y la calidad de sus recursos naturales, así lo han entendido y manejan todos los países que hoy se benefician, casi exclusivamente, de la actividad turística.

Willian J. Bracho
Abogado, Maestría en Gerencia del Turismo Sostenible
Especialista en Dº de la Navegación
[email protected]

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