Proyectando el Turismo: Negocio en las islas

En las ultimas semanas, tal vez meses, ha trascendido a los medios de comunicación los desarrollos ‘turísticos’ que se llevan a cabo en Los Roques, donde 8 mansiones de gran lujo son construidas, algunas muy cerca de la cabecera de pista del aeropuerto. Lo extraños (o quizá no tanto) es que esta construcciones tiene la aprobación del Ministerio de Ambiente. Ya sabemos que el actual régimen no es muy dado a respetar las ordenanzas y leyes medioambientales, ni la ley de parques nacionales, la mejor prueba de ello es el ecocidio que se lleva a cabo de manera impune y grosera en Canaima y como se contamina con mercurio las aguas de nuestros ríos.


Construcciones en la cabecera de pista en el Gran Roque.

De igual forma se ha lanzado un plan para el desarrollo turístico de la Isla la Tortuga. En teoría en un proyecto de desarrollo respetuoso del medio ambiente y con un marcado peso en la sostenibilidad de la isla. Lamentablemente el currículo depredador y oportunista de la dirigencia gobernante del país genera serias dudas acerca de las bondades de dicho proyecto.

Hace algunos años publique en esta misma columna una serie de artículos titulados “Las Islas de Nadie” donde mencionaba las opciones que las Dependencias Federales ofrecen para el desarrollo turístico del país. Unos años mas tarde veo como nos movemos en esa dirección, pero aparentemente no de la manera más indicada. Por ejemplo, las nuevas construcciones que se realizan en El Gran Roque ¿cuentan con energía limpia o estarán conectadas a la red eléctrica de la isla la cual es alimentada por una planta eléctrica de gasoil con todo el impacto que dicho combustible tiene en un ecosistema tan frágil como el de Los Roques?  Como mencionaba en esos artículos existe la tecnología para hacer de nuestras Dependencias Federales destinos totalmente ecológicos o verdes como se le ha dado a llamar últimamente. Existen plantas desalinizadoras para la obtención de agua potable, que son alimentadas por energía solar, eólica o una combinación de ambas. Existe también el proceso para que la salmuera de deshecho no perjudique la vida marina circundante con una salinidad excesiva. También existe la tecnología para el tratamiento de aguas servidas y convertirla en aguas de riego, lo cual permitiría la reforestación de las islas.

La Tortuga, la segunda mayor isla del país, tiene el 60% del tamaño de Aruba, pero con playas muy superiores. Es un lienzo en blanco sobre el cual se puede realizar un mega proyecto de desarrollo turístico el cual contemple un aeropuerto, puerto, desarrollos hoteleros de bajo impacto, alojamiento y vivienda para los empleados de las diversas facilidades, hospital o ambulatorio, tiendas de suministro, carreteras, etc. ¿Serán capaces los actuales desarrolladores del proyecto de llevar todo esto a cabo respetando el medioambiente?

Otro proyecto de gran envergadura, gran lujo y también vecino a un parque nacional es el de Lake Blue, en Chichiriviche, el cual se construirá al lado del Refugio de Fauna Silvestre Cuare, un ecosistema que es hogar de unas 350 especies animales, entre ellos diversas aves acuáticas migratorias y residentes, flamencos, así como a especies en peligro de extinción, tales como el caimán de la costa y algunas tortugas marinas. Tanto Cuare como el vecino Morrocoy son Áreas Bajo Régimen Especial (Abrae) del Estado

Pero ese es tema para otra columna. El caso es que pareciera ser que la revolución bolivariana busca impulsar el turismo sacrificando frágiles ecosistemas.

Alberto Aristeguieta

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