Dos conductores de transporte selectivo narran como les ha afectado la cuarentena nacional que se vive por el COVID-19. Apelan a que se les reparta, por lo menos, bolsas de comidas para subsistir.
Sugey Fernández – sfernandez@epasa.com – @Sugey_Fernandez
La situación que se atraviesa, actualmente, por la pandemia de COVID-19 es cada vez más crítica y Panamá no escapa a esta realidad.
El sector del transporte es uno de los más golpeados, pues el sustento que se genera siempre ha sido del día a día y ahora, ante la poca afluencia de personas en las calles, es muy poco lo que pueden llevar a sus hogares.
Rubén Matos es taxista desde hace 10 años y asegura que hay días buenos y malos, pero el dilema por el que están pasando actualmente es, sin duda alguna, trágico.
Son muchos los conductores de taxi que viven de lo que ganan en cada carrera que realizan, es decir que no cuentan con salario fijo, porque manejar taxi es su labor diaria.
Es un grupo minoritario el que cuenta con un salario y solo se sale a veces a realizar una que otra carrera para llevar algo de dinero extra a su casa.
Es por eso, que ya se han manifestado para que su voz sea escuchada, pues que consideran que el presidente Laurentino Cortizo les ha dado la espalda.
Matos asegura que solo escuchan que el gobierno dará apoyo, pero a ellos no les ha llegado.
De acuerdo con Matos, antes de que empezaran los contagios, los taxistas se hacían por día entre 60 y 70 dólares.
Desde hace dos semanas, la situación se ha vuelto insostenible, según Matos. El conductor de taxi aseguró que ahora él y sus compañeros se llevan 10 dólares y, con suerte, algunos, 15 dólares por día.
Para el conductor de taxi, Javier Rocha, el escenario es el mismo. A duras penas ha realizado una que otra carrera en lo que va de estas dos últimas semanas.
“Estamos pasando por momentos muy, muy difíciles, la calle está bastante dura”, expresó el taxista, quien además es padre de tres niños y este es su sustento diario.
Rocha sale todos los días de su casa a las 6:00 a.m. y lo que se lleva son sólo 13 dólares, a veces, sin incluir el combustible.
Además, es “palanca”, es decir que el auto que maneja no es propio, por lo que tiene que entregar parte de su ganancia.
Él asegura que no quiere exponerse para tratar de cuidar a su familia, pero como la necesidad es mayor, debe salir todos los días.
El conductor manifestó que entiende lo que está pasando, pero al igual que los demás taxistas solicitan al gobierno que no los olvide y que traten, inclusive, que por medio de los representantes de cada corregimiento, se les repartan bolsas de comida, por lo menos, para pasar la cuarentena.
