Panamá aprobó una nueva ley mediante la cual se prohibe el uso y la comercialización de los sistemas electrónicos o dispositivos específicos del tabaco, con el objetivo de librarse del humo y disminuir las muertes como consecuencia de este consumo.
La Asamblea Nacional aprobó el proyecto de ley 78, promocionado por el diputado Crispiano Adames y la misma que se incluye entre las leyes antitabaco, en esta ocasión hace referencia a la prohibición de usos de los sistemas electrónicos de administración de nicotina, cigarrillos electrónicos, vaporizadores u otros dispositivos similares, con o sin nicotina.
La ley aprobada en tercer debate promueve el desarrollo de políticas que salvaguarden el derecho del individuo a la promoción, protección, conservación, restitución y rehabilitación de la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la venta, la diseminación y el uso de estos dispositivos pueden minar uno de los objetivos clave del convenio marco para el control de tabaco de la OMS y facilitar y perpetuar la adicción a la nicotina.
