Un B767 de Icelandair vuela más de 16.000 km hasta la Antártida, donde aterriza en una pista montada en el hielo
La pandemia ha cambiado la forma de viajar, y este año de limitaciones y rutas cerradas han generado un gran número de vuelos especiales, muchos de ellos dignos de récord, y otros que sorprenden por su audacia.
En esta última categoría se encuentra el vuelo de Icelandair desde Islandia, al borde del Círculo Polar Ártico, hasta la helada superficie de la Antártida.
Por qué es un viaje épico
El adjetivo de épico no es solo por la distancia a cubrir, un total de 16.100 kilómetros, sino por el desafío de aterrizar un avión comercial de gran porte en una pista de hielo en la Antártida.
El protagonista es un B767-300 que tiene 20 años de servicio, que realizó su primer vuelo el 31 de agosto de 2000 bajo Air New Zealand.