Estos son los nuevos pueblos mágicos de México

Un total de 11 localidades que se suman a esta etiqueta de distinción turística por su belleza aún desconocida.


Con una clara intención de situar su nombre en el mapa turístico local e internacional, la Secretaria de Turismo de México puso en marcha en 2001 la iniciativa Pueblos Mágicos. Este reconocimiento otorga el título a localidades que cumplen ciertos criterios con el objetivo de proteger y salvaguardar la riqueza cultural, histórica y natural de estos rincones del país. 

La gran mayoría del turismo que aterriza en los aeropuertos mexicanos suele llevar establecida una ruta que incluye paradas en grandes destinos mundialmente conocidos. Para conseguir que los visitantes tengan una oferta más variada, esta lista pretende destacar pueblos y pequeñas ciudades que también pueden convertirse en una referencia turística. Todos ellos cuentan con un patrimonio que desprende magia y que contribuye a definir la identidad nacional. 

Los símbolos que exhiben los Pueblos Mágicos de México los convierten en puntos de gran relevancia histórica y cultural que son capaces de conectar a los visitantes con las raíces, costumbres y tradiciones del país, creando en el imaginario de quien los conoce una fotografía más precisa y detallada de lo que es realmente el territorio mexicano en su conjunto.

COMPROMISO LOCAL Y GUBERNAMENTAL

Con los 132 pueblos que conforman actualmente esta lista, el gobierno mexicano pretende diversificar la oferta turística y ofrecer alternativas tan frescas como atractivas. De este modo se promueve la implicación de la comunidad local así como la de sus ayuntamientos y municipalidades. Las administraciones se ven en la obligación de trabajar para que el lugar se siga considerando un punto de referencia, pues se trata de un título que se otorga según criterios específicos y que es reevaluado cada año. 

Este año 2020 se han incorporado 11 poblaciones a la lista. En ocasión de la integración de estos nuevos miembros, el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, ha destacado que “los Pueblos Mágicos son rincones que encierran experiencias perdurables y dan identidad al país a través de su cultura, gastronomía y tradiciones.” Los premiados son los siguientes:

AJIJIC (JALISCO)

A orillas del lago de Chapala se encuentra este bonito pueblo colonial cuyas casas de colores y calles empedradas decoradas con murales artísticos son su principal encanto. Su situación geográfico lo ha dotado con un microclima que mantiene agradables temperaturas todo el año y que permite sentarse a contemplar los soñolientos atardeceres en el muelle o en el malecón. El lago que baña la costa, el más grande de México, es además una fuente de actividades: desde un paseo en lancha por sus aguas calmadas hasta opciones un poco más atrevidas como recorrerlo en canoa o kayak. 

FOTO: SHUTTERSTOCK

ISLA AGUADA (CAMPECHE)

Este pequeño pueblo situado en una islita frente a la costa norte de la Península de Yucatán permanece unido a la costa por una lengua de tierra en forma de carretera. De hecho, una de sus particularidades es que se encuentra casi flotando entre dos aguas, las del Golfo de México y las de la Laguna de Términos, lo que lo convierte en un lugar geográficamente especial. Las playas que se extienden a ambos lados están teñidas de los venerados azules turquesa y viven su día a día animadas por la actividad de los pescadores locales y el vaivén de sus pequeñas embarcaciones. La cercana Isla de los Pájaros está frecuentada por grandes grupos de aves como garzas y pelícanos que anidan en ella, y según la época del año es posible contemplar el paso de los delfines. 

MANÍ (YUCATÁN)

El exconvento de San Miguel Arcángel de Maní, una síntesis de historia y tradición yucateca, es una de las joyas de arte sacro de Yucatán y uno de los motivos por los que este municipio ha sido incluido en la lista de Pueblos Mágicos de México. Además de un paseo por el casco antiguo, la visita a esta localidad ofrece la posibilidad de conocer la artesanía local en el Corredor Artesanal Tutul Chuy y probar uno de los mejores Poc-Chuc, el plato tradicional de la gastronomía regional.

FOTO: NAYARIT

MEXCALTITÁN (NAYARIT)

Una leyenda maya sitúa en el mapa este diminuto pueblo ubicado en una islita cuya unión con tierra firme permanece completamente inundada durante la época de lluvias. Y no solo esta vía de comunicación, sino la gran mayoría de sus calles, fenómeno por el que es conocido como la Venecia mexicana. Este municipio presume de ser la cuna de la cultura azteca, pues según cuenta la leyenda de Aztlán este es el lugar desde donde partieron los mexicas para fundar Tenochtitlán. Prácticamente todos sus habitantes se dedican a la pesca, por lo que el tamal de camarones se convierte también un patrimonio gastronómico ineludible. 

PARACHO (MICHOACÁN)

Con más del 80% de su población dedicada a la producción de guitarras artesanales, esta localidad michoacana está reconocida como la Capital Mundial de la Guitarra. El laborioso trabajo de los lauderos se ve reconocido en la llamada Ruta de la guitarra, donde se recorren algunos talleres locales donde puede conocer de cerca en qué consiste este oficio, cuál es su recorrido histórico y su relevancia para la localidad. Esta actividad define el carácter de Paracho, pues los actuales regentes de las más de 2.000 lauderías que abren su persiana cada mañana son ya herederos de segunda o tercera generación. 

SANTA CATARINA JUQUILA (OAXACA)

El santuario de Nuestra Señora de Juquila y el gran reclamo turístico que supone para sus visitantes es la razón principal por la que esta localidad oaxaqueña ha sido nombrada como Pueblo Mágico de México. En cuanto a número de visitas es uno de los más importantes del país con más de 90.000 al año. Debido a esta gran afluencia de peregrinos los servicios turísticos del pueblo han experimentado una notable mejora, convirtiéndolo en una referencia del turismo religioso. 

TONATICO (ESTADO DE MÉXICO)

Una de las visiones más mágicas que justifican la presencia de este pueblo en la lista es la del mundo subterráneo de las Grutas de la Estrella. Enormes columnas formadas por estalactitas y estalagmitas crean una realidad de caprichosas formas de grandes tamaños, algunas de ellas bautizas con evocadores nombres como los Novios, la Mano o el Mamut. Las casas de techo rosado abundan en el casco antiguo, que exhibe una estética fruto del legado colonial cuyo máximo exponente se encuentra en el templo principal, la Iglesia de Nuestra Señora de Tonatico, original del siglo XVII.

FOTO: D.R.

SANTA MARÍA DEL RÍO (SAN LUÍS POTOSÍ)

El municipio potosino de Santa María del Río es reconocido como la cuna del Rebozo en México. Esta tradición textil constituye un importante patrimonio cultural que se ha mantenido vivo gracias al intercambio de sus técnicas de generación en generación. La prenda del Rebozo es una especie de pañuelo de gran tamaño variado colorido. Éste se elabora con la técnica del ikat que, junto con otras técnicas como la del tejido de ixtle de lechuguilla o la creación de cestos de carrizo son el principal patrimonio intangible por el que el pueblo ha sido reconocido. 

SISAL (YUCATÁN)

La idílica imagen de su faro, punto de referencia marítima desde 1845, define a la perfección la belleza sosegada y serena de este rincón de la costa yucateca. Si bien las playas paradisiacas de arena fina son uno de sus principales reclamos, a este pueblo también le gusta definirse como un destino de ecoturismo, pues su aislamiento respecto otras localidades y la presencia de una reserva natural garantiza un contacto de lo más cercano con el entorno. 

TETELA DE OCAMPO (PUEBLA)

El perfil y la fachada de color terroso de la iglesia de Santa María de la Asunción destacan por encima de los tejados de esta localidad poblana. Pero sus encantos van mucho más allá de este santuario de estilo gótico español, algo que se puede comprobar en el mirador. La panorámica que se consigue es un paisaje de gran valor natural en el que se puede comprobar la particular situación del pueblo en mitad de la llanura de un valle rodeado de cerros. Un entorno privilegiado que ofrece numerosas opciones de senderismo. 

ZEMPOALA (HIDALGO)

Los imponentes arcos del acueducto del Padre Tembleque son el patrimonio cultural e histórico más preciado de la localidad y uno de los motivos principales por los que ha sido reconocida como Pueblo Mágico de México. Construido en el siglo XVI durante los tiempos del virreinato, la espectacular obra de ingeniería tiene 48 kilómetros de largo y 39 m en los tramos más altos y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Completan el conjunto el cercano bosque de Tlajomulco, las antiguas estaciones de ferrocarril y las haciendas y rancherías de los alrededores, principales productoras del pulque, la bebida más tradicional de la región. 

nationalgeographic.com.es

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