Lugares que solo existen en Instagram

La pasión por presumir en internet ha hecho que la imagen que se tiene de muchos paisajes y monumentos esté totalmente distorsionada. Estos son los más destacados. 

Inés Fernández Tuesta

Si se comparan las fotos de los viajes actuales con las de hace diez años se puede extraer una conclusión: sí, ahora son más bonitas. La pasión por conseguir un buen encuadre, la democratización de las apps de edición y el acceso a cámaras mucho más asequibles ha hecho que cualquiera pueda realizar una instantánea de alta calidad. Hasta aquí bien, pero es que la cosa se está yendo de las manos. Ya no se sacan fotos para tener recuerdos sino para ganar megustas. Este nuevo paradigma ha traído consigo dos dramas: el primero, que esta obsesión es la única motivación del viaje y el segundo, que muchos lugares se han vuelto irreales. Es decir, que solo existen tras horas de espera o después de unos cuantos retoques que no son maquillaje: son, directamente, transformismo visual.

PUERTAS DEL CIELO DE LEMPUYANG, BALI

Este sitio se lleva el primer premio en cuanto a presencia en las redes sociales y falsedad de la imagen a partes iguales. Principalmente, porque en el lugar no hay agua, sino que se trata de un espejo que la gente pone bajo la cámara. Y aquí no acaba el engaño. Muchos viajeros se fotografían haciendo yoga, sentados mirando al infinito o haciendo cualquier otra cosa que inspire paz, soledad y armonía con el entorno. Pero nada más lejos de la realidad. Para poder hacer esta foto en Bali hay que esperar más de una hora de fila. Un tiempo que se podría utilizar en algo mejor como, por ejemplo, disfrutar del viaje, ¿no?

MONTAÑA DE LOS SIETE COLORES, PERÚ

El Vinicunca en Perú, más conocido por su nombre comercial de La Montaña de Siete Colores, es un lugar de reciente descubrimiento, pero que asombrosamente se ha puesto como prioridad en el itinerario de todo viajero-busca-foto. Aquí influye mucho el clima: si está nublado no se puede distinguir ningún color, pero si hace sol alguno sí que se verá. Eso sí, nunca como en las fotos de Instagram. No obstante, la experiencia del trekking merece la pena aunque las vistas finales no sean para tanto. Pero ojo, lo que nunca se dice es que requiere tener buena forma física, algo que las agencias de viajes que se han apuntado al carro omiten. Ya se ha vivido alguna desgracia como la del turista con problemas de corazón que falleció en el camino por no haber sido advertido de la dureza ni de la altitud (5000 metros) que suele provocar mal de altura. Por si fuera poco, la afluencia repentina de turismo masivo está fastidiando a la fauna de la zona, concretamente a los patos salvajes que ya no pueden emigrar a un humedal cercano porque se ha reconvertido en aparcamiento. Una alternativa menos visitada que Vinicunca es la montaña de Palcoyó.

AMANECER EN ANGKOR WAT, CAMBOYA

Angkor Wat y el gigantesco territorio selvático salpicado por templos es probablemente el parque arqueológico más increíble del planeta. Y, también, el más ignorado, ya que miles de turistas omiten sus maravillas históricas y artístcias para centrarse en solo una cosa: el amanecer en este lugar. Muchos imaginan un momento idílico en el que el sol asoma por detrás de Angkor Wat mientras los sonidos de la selva van in crescendo y aparece esta maravilla como un lugar celestial. Pero la realidad es bien distinta. Los colores no son para tanto y además hay que pelear con miles de personas más para hacerse hueco entre una maraña ruidosa de flashes. Mucho mejor ver el atardecer desde otros lugares de Angkor, como por ejemplo Pre Rup o Phnom Krom.

ISLA KO PHI PHI, TAILANDIA

La isla de Ko Phi Phi en Tailandia se hizo famosa por ser la localización más bella de la película de La Playa de Leonardo DiCaprio. Basada en la novela de Alex Garland, un mochilero nada hasta una legendaria playa – Maya Bay – que no ha sido tocada por el turismo. Nada más lejos de la realidad. El lugar en sí es precioso: aguas turquesas rodeadas de montes que emergen abruptos del agua. Pero hoy en día ahí hay más gente que en el metro de Tokio en hora punta. Tanta es así la afluencia de turismo, que las autoridades tailandesas decidieron cerrarla al público de manera temporal.

PUENTE U-BEIN EN MYANMAR

Si se busca U-Bein en Google imágenes, lo que se ve es una sarta de fotografías parecidas: un puente de teca sobre el agua por el que caminan un par de lugareños pintorescos como un monje con túnica granate o una señora transportando algo sobre su cabeza. Y muchas veces con la luz amarillenta del atardecer. Suena bien, ¿verdad? Lo que no se cuenta es que es el lugar al que va todo el mundo y que además esta imagen solo existe en la temporada de lluvias. Por eso, todo quel que planee un viaje por este país en temporada seca solo verá un desolador secarral donde un tumulto de gente se esfuerza por sacar una fotografía que haga creer que ha merecido la pena llegar hasta ahí. Cerca del puente U-Bein se halla otra turistada: la hora comer en Amapura. Es impresionante ver la hilera de monjes esperando a que les sirvan la comida, lo malo es que todo esto está rodeado de turistas fotografiando sin parar.

TIERRA DE LOS SIETE COLORES DE CHAMAREL, ISLA MAURICIO

África no se queda atrás en la lista de lugares que sólo existen en Instagram y aquí ocurre algo parecido a la Montaña de Siete Colores en Perú: hace falta que haga sol y mucha imaginación para ver los mismos colores que salen en los folletos turísticos. Para darse cuenta de esto no hace falta ser un genio pues en todas las imágenes el cielo, que siempre es una referencia porque es igual en todo el mundo, aparece con un azul fosforito poco realista. Se trata de un suelo arcilloso que combina el origen volcánico de la Isla Mauricio con otros minerales por lo que dicen que puedes observar tramos rojos, violeta, azul, púrpura, oro y marrón. En este último color tienen razón, pues lo que se ve es un marrón rojizo, un marrón azulado, un marrón verdoso, etc. De todos modos este lugar tiene algo muy bueno y es que está habitado por tortugas gigantes. Verlas en directo sí que tiene que ser una experiencia.

ATARDECER EN SANTORINI

Santorini es una isla griega con un pueblo de casas blancas y dos cúpulas azules (sí, solo dos) que muestran un paisaje bien bonito desde alguna de sus terrazas. Y su atardecer se lleva la palma. Lo curioso es que la perspectiva que todo el mundo conoce no se ve desde ahí sino del lado opuesto que está abarrotado de gente. Y al caer el sol se produce un contraluz si se mira hacia las casas del acantilado muy poco fotogénico. Aun así, todas las fotos de Santorini transmiten paz y tranquilidad, lo que no se percibe es es que el fotógrafo se ha tenido que dar de codazos con cientos de persona. Pero a él poco le importa, sabe que sus compañeros de viaje no revelarán su secreto y es, que el lugar está masificado. Hay muchos otros destinos griegos que bien pueden transmitirnos esa sensación que Santorini intenta y además, de verdad.

CARTEL DE LAS VEGAS, EE.UU.

De la capital del vicio.. ¿qué se podía esperar? ¡No es más que un cartel! Eso sí, se trata de un rótulo icónico que da la bienvenida a Las Vegas con el lema “Welcome to Fabulous Las vegas”. La urbe de la diversión, escenario de tantas pelis gamberras ya sea por su fiesta o por los que sacan provecho de sus numerosos casinos. Seguro que hay muchos lugares desde los que tomar una foto curiosa de la mayor ciudad del estado de Nevada. Pero pocos sitios hay en los que se forme cola para hacerse instantáneas. Algunos consiguen sacar una imagen interesante con el cartel en primer plano y atracciones luminosas de fondo. Pero eso es solo para el nivel experto, la mayoría no saca más que un hotel, palmeras y postes de electricidad a su alrededor.

FONTANA DE TREVI

Puede que esta fuente barroca sea la más hermosa del mundo. Eso no se pone en duda. El problema es que todos quieren verla y el espacio despejado que la rodea es reducido. La Fontana de Trevi se encuentra entre callejones y el número de turistas aumenta cuanto uno más se acerca a ella. Por eso, para tomar una foto simulando estar disfrutando de esta joya romana hay que hacer cola. Una imagen irreal de la fuente pues su naturaleza es estar abarrotada. Hay una opción que es ir en temporada baja y levantarse a las cuatro de la mañana. Muchos lo hacen y además se ponen vestidos de ensueño cuando por todos es sabido que a esas horas hace mucho frío. AURORAS BOREALES Esta es una unpopular opinion más grande que los pinos que salen en las fotos de las auroras boreales. Un espectáculo natural que venden como algo mágico y surrealista: esas cortinas verdes que bailan en lugares remotos del Ártico o de las cercanías de la Antártida. No hay duda de que las fotografías son absolutamente impresionantes. Lo que nadie dice es que, en vivo, nunca se podrá ver algo igual. Son bonitas, sí, pero no como en las fotos. Muchas de las fotografías se realizan con una larga exposición, es decir, están captando la luz que se emite durante varios segundos, mientras tu ojo sólo percibe el momento presente. Pero aquí no es tan simple. Esto mismo pasa por ejemplo, con las fotos de la Vía Láctea y nadie protesta por ello. Las auroras son uno de los reclamos de los destinos nórdicos ante un turismo estacionalizado en verano, debido a sus bajas temperaturas y sus días muy breves -o inexistentes- en invierno. ¿De verdad merece la pena viajar al Ártico en esta época del año? Si la respuesta no es rotunda, siempre se puede viajar a lugares muy septentrionales como por ejemplo Groenlandia pues desde la segunda quincena de agosto ya pueden verse auroras y sigue siendo verano.

CRISTO DEL CORCOVADO, RÍO DE JANEIRO

El Cristo Redentor o Cristo de Corcovado es una enorme estatua de Jesús con los brazos en cruz mirando hacia la ciudad de Río de Janeiro. Tiene una altura de treinta metros a la que hay que sumarle los ocho que mide su pedestal. A todos suena esta figura que consiguió el polémico título de Nueva Maravilla del Mundo Moderno quitándole el puesto a lugares de tanta calidad como la mencionada Angkor Wat o la Alhambra de Granada. Así que, ¿Cómo no hacerse una foto con semejante maravilla, nunca mejor dicho? Pues no es tan fácil, resulta imposible entrar en un encuadre en el que no salgan los cientos de turistas alrededor y que al mismo tiempo quepa esta gigantesca figura religiosa. A lo sumo se puede sacar una foto vertical en contrapicado. O sea, con papada. ¿Maravilloso?

LAGO DI BRAIES

El lago de Braies en Italia se hizo popular a través de las cuentas de viajeros más famosas de Instagram. Esta zona de Italia se asemeja a su cercana Suiza y este paisaje lo demuestra. Un lago prístino rodeado de montañas boscosas con un muelle de madera desde el que sacar bellas instantáneas… siempre que se espere un largo rato porque hay más influencers con la misma idea de encuadre fotográfico. En resumen, que todas las imágenes del Lago di Braies hacen creer de que se trata de un lugar de paz y tranquilidad pero solo lo parece. Lo de estar solos y escuchar la melodía de la naturaleza puede hacerse en cualquier otro lugar.

RUE CREMIEUX, PARÍS

Recientemente, este lugar ha saltado a los medios por haber prohibido el acceso a turistas ya que impiden a sus habitantes llevar una vida normal. Y la medida no es mala idea. De hecho, hay muchos lugares que se descongestionarían si en ellos se prohibiera hacer fotografías. Un aplauso a los parisinos por esta medida. Eso sí, que luego no se quejen si las cafeterías más cuquis pierden afluencia…

Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es

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