¿Cuántos ha visitado?
Portugal es un país lleno de historia y cultura, reflejadas en sus monumentos que atraen a millones de visitantes cada año. Desde imponentes monasterios y conventos hasta impresionantes palacios, cada uno de estos lugares cuenta una parte de la historia portuguesa, atrayendo no sólo a turistas, sino también a estudiosos y entusiastas de la arquitectura de todo el mundo.
Al clasificar los 10 monumentos más visitados, del menos visitado al más visitado, esta lista no sólo destaca la belleza y la importancia histórica de cada lugar, sino que también refleja las preferencias y tendencias de los visitantes de Portugal.
Estos lugares demuestran la riqueza cultural e histórica de Portugal y son también esenciales para comprender la evolución de la arquitectura europea y la importancia del país en diversos periodos históricos.
He aquí los 10 mejores según idealista:
10º – Museo Monográfico de Conímbriga
El Museo Monográfico de Conímbriga, situado en la ciudad de Condeixa-a-Nova, es uno de los museos arqueológicos más importantes de Portugal. Inaugurado en 1962, el museo se dedica a preservar y exponer los restos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Conímbriga, una de las mayores y mejor conservadas del país.
Conímbriga fue una importante ciudad romana, habitada desde el siglo IX a.C. y que alcanzó su máximo esplendor durante la ocupación romana, entre los siglos I y III d.C.
Entre las exposiciones permanentes destacan los magníficos mosaicos que adornaban las casas de los habitantes más ricos de Conímbriga, así como las esculturas de deidades y figuras mitológicas que en su día adornaron los edificios públicos y privados de la ciudad.
El Museo no es sólo un centro de conservación del patrimonio histórico, sino también un espacio de educación y sensibilización, donde visitantes de todas las edades pueden conocer la historia y la importancia del patrimonio romano en Portugal. Además de las exposiciones, el museo organiza actividades educativas, talleres y visitas guiadas.
9º – Panteón Nacional
El Panteón Nacional, también conocido como Iglesia de Santa Engrácia, es un monumento de gran importancia histórica y cultural situado en Lisboa. Comenzado a construir en el siglo XVI, la iglesia se convirtió en panteón en el siglo XX y sirve de lugar de descanso final para algunas de las figuras más destacadas de Portugal, como Amália Rodrigues y Eusébio da Silva Ferreira.
8º – Palacio de la Pena
El Palacio da Pena, situado en la cima de la Sierra de Sintra, es una de las principales expresiones del Romanticismo del siglo XIX en Portugal. Este monumento es un verdadero símbolo de creatividad y excentricidad, con una mezcla de estilos arquitectónicos que incluyen el neogótico, el neomanuelino, el neoislámico y el neorrenacentista. Su construcción fue ordenada por D. Fernando II, el rey artista, que transformó una antigua ruina en un palacio que parece sacado de un cuento de hadas.
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Además de su fascinante arquitectura, el Palacio de Pena destaca por su privilegiada ubicación, que ofrece espectaculares vistas panorámicas del paisaje circundante. El interior del palacio también está decorado con una riqueza impresionante, con murales, azulejos y muebles de época que cuentan historias de la realeza portuguesa.
7º – Palacio de Mafra
El Palacio Nacional de Mafra, situado en la ciudad de Mafra, es uno de los monumentos barrocos más imponentes y emblemáticos de Portugal. Construido en el siglo XVIII por orden del rey João V, gracias a las riquezas procedentes de Brasil, este gran complejo arquitectónico incluye un palacio real, una basílica y un convento.
El palacio es famoso por poseer una de las bibliotecas más bellas y antiguas de Europa, que alberga una valiosísima colección de unos 36 mil volúmenes, que abarcan diversas áreas del saber, como la teología, la filosofía, la medicina y las artes. La biblioteca también es conocida por albergar una colonia de murciélagos que, curiosamente, ayudan a conservar los libros comiéndose los insectos que podrían dañar los manuscritos.
Además de este espacio, el Palacio de Mafra destaca por su conjunto de dos carillones y seis órganos históricos en la basílica, así como por sus esculturas, pinturas y tapices.
El Monasterio de Alcobaça, fundado en el siglo XII por la Orden del Císter, es una de las mayores y más antiguas abadías góticas de Portugal. Este monumento es famoso no sólo por su imponente arquitectura gótica, sino también por la historia de amor entre Pedro I e Inés de Castro, cuyas tumbas se encuentran en el interior del monasterio.
Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Monasterio de Alcobaça destaca por su impresionante tamaño y la pureza de su estilo arquitectónico. El monasterio también es conocido por su cocina monumental, la Sala dos Reis y el Claustro del Silencio, cada uno con su propia belleza y significado histórico.
5º – Museo Nacional del Azulejo
El Museo Nacional del Azulejo, situado en Lisboa, es uno de los museos más singulares e importantes de Portugal, dedicado a la conservación y exposición del arte del azulejo. Ubicado en el antiguo Convento de Madre de Deus, fundado en 1509, este museo alberga una vasta colección que abarca la historia del azulejo en Portugal desde el siglo XV hasta nuestros días.
La colección incluye ejemplos raros y únicos que demuestran la evolución técnica y artística del azulejo, destacando los paneles de azulejos que representan escenas históricas y culturales portuguesas. El museo no sólo ofrece una visión en profundidad del arte de la cerámica y su impacto en la cultura portuguesa, sino que también acoge exposiciones temporales que exploran las conexiones contemporáneas con esta forma de arte tradicional.
El Convento de Cristo, situado en Tomar, se construyó originalmente como fortaleza templaria en el siglo XII y posteriormente se transformó en convento de la Orden de Cristo. Su arquitectura es una impresionante fusión de estilos gótico, renacentista, manuelino y barroco, reflejo de las distintas fases de su construcción y ampliación a lo largo de los siglos.
Una de las características más notables del Convento de Cristo es su Ventana Capitular, un magnífico ejemplo del estilo manuelino, símbolo de la Era de los Descubrimientos. El convento está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es visitado por miles de personas que buscan explorar su rico patrimonio arquitectónico e histórico. Además, el Convento de Cristo desempeñó un papel crucial en la historia religiosa y política de Portugal, estando asociado a figuras históricas como el Príncipe Enrique el Navegante, que fue gobernador de la Orden de Cristo.
El Monasterio de Batalha, oficialmente conocido como Monasterio de Santa Maria da Vitória, situado en la ciudad de Batalha, fue construido para conmemorar la victoria portuguesa en la Batalla de Aljubarrota en 1385, un acontecimiento fundamental que aseguró la independencia de Portugal de Castilla. La construcción del monasterio fue iniciada por el rey Juan I y continuó durante varias generaciones.
El monasterio de Batalha destaca por sus capillas imperfectas, que nunca se terminaron y que hoy se consideran uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica flamígera de Portugal. El monasterio también es famoso por su claustro real y por la Capilla del Fundador, donde reposan las tumbas de Juan I y de Filipo de Lancaster, figuras emblemáticas de la historia portuguesa. Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Monasterio de Batalha no es sólo un monumento histórico, sino también un lugar de profundo significado cultural y espiritual.
2º – Torre de Belém
Construida entre 1514 y 1520, durante el reinado de Manuel I, la Torre de Belém se utilizó originalmente para defender el río Tajo. Hoy en día, es admirada por su arquitectura de estilo manuelino con influencias moriscas y orientales.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Torre de Belém destaca no sólo por su belleza arquitectónica, sino también por el papel que desempeñó en la historia marítima portuguesa.
1º – Monasterio de los Jerónimos
El Monasterio de los Jerónimos, situado en Belém, Lisboa, es una de las joyas de la arquitectura manuelina y uno de los monumentos más emblemáticos de Portugal. Este monumento fue construido en el siglo XVI, durante el reinado del rey Manuel I, como celebración de los Descubrimientos, en particular tras el regreso de Vasco da Gama de la India. Está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y atrae a visitantes de todo el mundo por su riqueza histórica y su belleza arquitectónica.
Además de su impresionante fachada y su vasto claustro, el Monasterio de los Jerónimos alberga las tumbas de personajes históricos portugueses, como Vasco da Gama y Luís de Camões.
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