Los grandes cambios suceden en silencio. Pero esto es importante: según informa el periódico Corriere del Veneto y recoge TTGItalia, la práctica totalidad de los doce hoteles de cinco estrellas de la ciudad de Venecia serán de propiedad extranjera una vez se recupere el turismo tras la pandemia.
Algunos ya no eran italianos antes de la crisis, pero ahora, acosados por la falta de ingresos, prácticamente todos acabarán en manos extranjeras, dado que se están negociando ahora mismo contratos de cesión. Uno de los grupos más importantes que entrará en la ciudad es el francés Accor. Otros fondos de inversión están también llevando a cabo operaciones.
La ciudad de los canales, la Serenissima, se encamina pues a una normalización con un turismo extranjero de alto nivel en el que el turista que visita la ciudad por un día deberá pagar una tasa de cinco euros, con un cupo máximo de visitantes, mientras que los más pudientes estarán alojados en hoteles fundamentalmente de titularidad extranjera, generando una situación realmente compleja para la ciudad.
Los políticos que dirigen el ayuntamiento veneciano y su turismo declaran a la prensa que su pretensión es la de crear un turismo “más lento”, con estancias más largas. Los precios actuales del alojamiento y la comida en la ciudad son elevados, lo que se había convertido en una razón para alojarse en Mestre, la zona moderna de la ciudad, conectada con un servicio de trenes y de buses.