Los hoteleros españoles van a vivir este verano su temporada alta más atípica. Y por varios motivos es la hora, más que nunca, de apoyarse en las agencias de viajes nacionales. Hoy, solo las minoristas del país son capaces de cumplir una suma de los requisitos necesarios para estimular la única demanda posible, la interna.
El primer motivo es que las agencias españolas van a ver limitada su posibilidad de vender a principalmente los destinos nacionales. Los intermediarios van a necesitar más ingresos que nunca, y por eso van a estimular la demanda de todas las formas posibles. Y el cliente va a necesitar que le estimulen para consumir viajes.
En segundo lugar, junto al ímpetu de los agentes hay que añadir que el consumidor turístico va a agradecer como nunca que quien le venda un viaje sea alguien que le genere confianza con el producto hotelero, alguien a quien pueda conocer de hace tiempo o que sepa que dará la cara si ocurre algo en el destino.
Como tercer argumento cabe citar que las agencias siempre dan más seguridad al cliente en cuanto a cambios y flexibilidad de pagos, lo cual es especialmente determinante en un momento como el actual, como desde el primer día han mostrado todos los eslabones de la cadena turística.
Finalmente, el ejemplo de algunas hoteleras que han convertido en central su apuesta por las agencias dentro de su estrategia comercial se aprecia por el éxito de herramientas como MeliáPro, de la que el CEO de la cadena presume de ser su canal que mejor funciona, tras ir a contracorriente de la mayoría del resto de cadenas.
Gabriel Escarrer padre e hijo siempre se han referido a las agencias como sus “ángeles de la guardia” y se han convertido en sus mayores defensores, hasta el punto que la patronal española de agencias le escribió una carta hace pocos meses al CEO de Meliá para agradecerle que haya sido de los pocos en su apoyo inquebrantable a las agencias.
El éxito de Meliá, que como la mayor cadena española también ha marcado el camino al resto del sector en temas como la digitalización o la sostenibilidad medioambiental, es una prueba de que la apuesta por las agencias es garantía de resultados, en una ofensiva que desde hace meses también en Latinoamérica impulsa la cadena española Faranda.
