Álava es una provincia ideal para buscar cascadas, saltos de agua o pozas. De entre las muchas que hay, destaca el Salto del Nervión, la más alta de España.
Seguimos conociendo las pequeñas maravillas que podemos visitar en España, fomentando en estos tiempos el turismo nacional, y para ello hoy nos desplazamos a la provincia de Álava. Lo hacemos en busca del nacimiento del río Nervión, sí, el mismo río que cruza la gran ciudad de Bilbao antes de desembocar sus aguas en el mar Cantábrico.
El nacimiento de este río de 75 kilómetros se da, como decimos, en la provincia de Álava, cerca de una localidad llamada Ortuña. Y no es un lugar cualquiera, sino bastante especial, conocido como el Salto del Nervión, ya que los pequeños tres arroyos que originan este río vascuence confluyen en una impresionante cascada, un salto de agua que supera nada menos que los doscientos metros de altura. Así las cosas, hablamos de la cascada más alta de España, e incluso también la más alta de la Península Ibérica.
El problema de esta cascada es que, de normal, no lleva agua. Normalmente, las aguas fluyen de forma subterránea por lo que sólo cuando hay lluvias abundantes hay suficiente caudal como para que se pueda ver caer agua y ver el salto en su plenitud. Así pues, para una visita satisfactoria, hay que estar pendiente del tiempo y que haya suerte de que haya llovido con anterioridad a nuestra visita.
El lugar ideal para disfrutar de la cascada, si tenemos suerte y lleva agua, es el Mirador del Salto del Nervión. Se puede llegar hasta este punto en coche o bicicleta, por una carretera bastante sinuosa con curvas típicas de puerto de montaña. Hay diferentes parkings y desde ahí cubres ya a pie el resto del camino hasta el mirador, si bien también se pueden realizar rutas de senderismo y conocer el entorno disfrutando de unas vistas fantásticas.
Por todo esto, el Salto del Nervión es la cascada más famosa de la zona, pero no la única que podéis encontrar en la provincia de Álava. Y es que si os gustan este tipo de accidentes geográficos como los saltos de agua, las cascadas o las pozas, entonces estáis de enhorabuena si visitáis esta provincia del País Vasco. De hecho, la Diputación de Álava realizó una guía turística titulada «Empápate de Álava» en la que se recogen todos estos sitios.
Por citaros algunos de otros estos lugares, comenzamos con la Cascada de Gujuli, un salto de agua de más de cien metros que también es recomendable visitar en época de lluvias para no encontrarlo seco. Las Cascadas de la Tobería, cerca del pueblo llamado Andoin, la Cascada del Molino de Oteo, en Antoñana, o la Cascada de Herrería, en Payueta, son otras de singular belleza.
