Cómo ir de Chile a Bolivia y qué ver (además del salar de Uyuni)

Si dispones de suficientes días en Chile no puedes perder la oportunidad de cruzar la frontera con Bolivia y visitar,  entre otras muchas cosas, el Salar de Uyuni. Muchas agencias ofrecen tours que van desde San Pedro de Atacama para luego seguir tu viaje por Bolivia o volver a Chile, que es lo que hicimos nosotros, para lo que necesitas cuatro días en total.


La verdad es que nosotros no tuvimos claro hasta el último instante si hacer esta parte del viaje, ya que la situación en Bolivia era realmente compleja en ese momento. Después de visitar la zona de San Pedro de Atacama y de preguntar a viajeros y agencias si se seguía cruzando la frontera, vimos que no había problemas, así que lo hicimos. No notamos nada más allá de controles muy estrictos en la frontera.

Consejos generales

Alojamientos: Esta parte de Bolivia está empezando a despertar al turismo, así que solo hay algunos hoteles (prácticamente impagables y que no merecen la pena por su calidad) o lo que llaman albergues, que son casas que han acomodado para los viajeros. Dentro de estas hay diferentes categorías, dependiendo de tu presupuesto. En las que dormimos nosotros estaban limpias, cómodas, la cena era básica pero rica y tenían agua caliente (no todas ofrecen),  por la que tenías que pagar un plus de 20 pesos bolivianos. Conviene recordar que estás en su espacio y que lo adaptan para que estés lo más a gusto posible, así que sé amable, educado y respetuoso.

Guías: Al igual que ocurre con los alojamientos, se nota que no está muy profesionalizado el tema de los guías. En todo caso, suelen ser amables y el nuestro fue muy prudente al volante. Ten en cuenta que haces muchísimos kilómetros, por carreteras por las que es muy fácil perderse, sin GPS y con un terreno bastante complicado, así que esto es importante.

Ropa: Al igual que en San Pedro de Atacama, debes vestir a capas. Las mañanas son muy, muy frías y las tardes muy, muy calurosas. Además, tienes que llevar tu propia agua. Y debes viajar muy ligero de equipaje. Lo ideal es dejar parte de tu mochila en San Pedro y recogerla a a vuelta, así a Bolivia vas con lo  mínimo. Y no olvides el bañador y las chanclas

Frontera: En la frontera son bastante bordes y no se andan con tonterías. Está totalmente prohibido pasar comida y es imprescindible que  cuando entres a Chile guardes muy bien tu PDI, que te pedirán para entrar y salir de Chile hacia Bolivia también. Te la juegas a que no te dejen pasar o a que tengas que pagar una buena multa.

Mal de altura: Te vendrá bien pasar uno días previamente en San Pedro. Si no, puede que lo pases mal.

Se madruga mucho: Nuestro guía estaba obsesionado por llegar el primero a todos los lados, así que si a las 4,30AM no estábamos listos empezaba a meternos prisa. La verdad es que luego merecía la pena.

Ruta

Día 1: Primero pasas por por migración Chile y luego vas hasta la frontera Hito Cajón (Bolivia – Chile). Lo primero que visitas es la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, un área protegida y muy visitada de Bolivia a una altura de 4.300 metros:  lagunas o espejos de agua, entre ellas la laguna Blanca, laguna Verde, el desierto de Dali, piscinas termales y la Laguna Colorada, además de una zona de géiseres. Los paisajes del altiplano Boliviano son de quitarte el aire y además ves flamencos, vicuñas, zorros, vizcachas…

Día 2:  Desierto de Siloli, donde se ves caprichosas formaciones rocosas, producidas por el viento y la lluvia, creando así una escena surrealista y luego visitas las lagunas Altiplánicas (Honda, Hedionda, Cañapa, y Chiarcota) mientras pasas junto al volcán Ollague.

Así que a pesar de que nuestro objetivo era el salar de Uyuni, merece la pena hacer el viaje de cuatro días a Bolivia desde San Pedro de Atacama: paisajes naturales, soledad, silencio, naturaleza… Eso sí, si eres comodón, olvida este viaje: si quieres lujos aquí ni los hay, ni los vas a encontrar, el viaje es duro por la altitud, no hay carreteras, todo el recorrido se hace en pistas de tierra off road, aunque es un traqueteo el viaje no se hace nada pesado, ya que el paisaje cambia constantemente siendo cada vez más espectacular.

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