El Salvador está ubicado en la costa del Océano Pacífico y tiene una extensión territorial de 21.000 km. Su clima es cálido y tropical, y está rodeada de valles, cadenas montañosas y una cadena costera que la convierte en un destino todo incluido para quienes la visitan por primera vez.
Cuenta con un aeropuerto internacional bien comunicado, con vuelos directos a las principales ciudades de Norte, Centro y Sur América. Desde donde se puede acceder fácilmente a otros destinos de Centroamérica como Belice, Guatemala, Costa Rica y Panamá. Alternativamente, volar sin escalas a Los Ángeles, Las Vegas, San Francisco, Toronto y Madrid.
También se pueden explorar frondosos bosques con paisajes espectaculares. Caminar por densas selvas tropicales, descubrir cascadas escondidas y sorprenderse con los imponentes volcanes que dominan el horizonte. Es posible visitar una o más atracciones en un solo día; escalar un volcán por la mañana y luego ver el atardecer desde la orilla del mar. Asimismo, pasear por los pueblos y sus encantos, saborear la comida y conocer a la gente local.
El Salvador es un destino versátil y está hecho para todos los gustos. Desde los viajeros más exigentes hasta aquellos dispuestos a experimentar cosas nuevas.