A continuación, tres destinos que no suelen figurar en las rutas de vinos más conocidas -como las de California, por ejemplo-, pero que cuentan con varietales medallados en concursos internacionales.
Viñedos en un pueblo del siglo XIX
Desde su fundación en 1821, Galena, ubicada en el estado de Illinois, ha maravillado a los viajeros que andan en busca de un destino bucólico. Los visitantes modernos todavía disfrutan de la arquitectura del siglo XIX de su pequeño centro, sus tiendas únicas y restaurantes. Ubicado a 18 kilómetros de esta ciudad, Galena Cellars Vineyard & Winery ofrece hospedaje y experiencias que giran en torno al vino. Es un viaje de un día ideal para parejas en el que se puede recorrer la finca, aprender acerca de 22 tipos de uvas y degustar muestras de 40 vinos.
La casa de la granja se ha convertido en un salón para realizar degustaciones y ahí podrás beber una copa mientras aprecias el panorama en la terraza. Haz que tu visita coincida con alguno de los eventos relacionados con el vino que se celebran en la propiedad cada año. Alójate en la suite de la bodega o en la misma casa para ampliar tu visita a este galardonado viñedo que ya va por tres generaciones de viñateros.
Uvas y duraznos en Colorado
Grand Junction se encuentra en el panorámico Grand Valley, rodeado de acantilados al oeste y las Rocky Mountains al este, con parras cerca del río Colorado. Esta zona ha sido el centro de producción frutícola del estado desde finales del 1800. Actualmente, produce vino, sidra, cerveza, licores y lavanda en emprendimientos de agroturismo y gastronomía.
Los duraznos con tonos dorados ocupan el centro de la escena en Palisade, cuyos huertos producen estos frutos dulces y jugosos, famosos en todo el mundo. Mientras, sus viñedos ofrecen cepas como Cabernet Sauvignon y Malbec.
Para llegar a Grand Junction, puedes tomar un vuelo a Denver (Colorado), o Salt Lake City (Utah). Desde esta segunda ciudad puedes manejar durante cuatro horas para llegar a Grand Junction. Si sales de Denver, otra opción es tomar un vuelo directo que dura 50 minutos. Si te gusta ir en tren, elige la ruta California Zephyr, que va de Chicago a San Francisco e incluye una parada en Grand Junction.
Borgoña en Oregon
Si tu idea de vida al aire libre es simplemente tomar vino con una buena vista, las bodegas de Willamette Valley ofrecen asientos en primera fila. Este valle es una región vinícola mundialmente reconocida por su Pinot Noir. Existen dos aeropuertos que permiten llegar fácilmente, a través de Eugene, pequeña ciudad de Oregon donde se concentran 21 bodegas: el Portland International Airport (PDX) y el Eugene’s Airport (EUG), éste último con conexiones a Portland, Seattle, San Francisco, Los Ángeles, Phoenix, Las Vegas y Denver, entre otras.
Una vez en Eugene, tu primera parada será King Estate Winery, al sur de Willamette Valley. En esa bodega encontrarás viñedos, campos de lavanda, una sala de degustación y un jardín sustentable que abastece al restaurante del lugar. Luego, visita la ciudad histórica de Dayton, que está rodeada por un acogedor grupo de viticultores. En Stoller Family Estate, podrás sentarte al sol en la sala de degustación y relajarte con las vistas de los viñedos que hay más abajo. Ubicado en la ladera, Domaine Drouhin es el sitio ideal para encontrar borgoña. Completa tu recorrido en Sokol Blosser, una bodega certificada por LEED ubicada en una casa de campo moderna y en donde puedes encontrar algunos de los mejores blancos y tintos. Prueba el chardonnay añejado en barrica de roble francés.