El Cabildo de la ciudad, a través de Quito Turismo, creó en 2011 el programa de Calidad Turística ‘Distintivo Q’, para guiar a los establecimientos hacia prácticas y actividades que respeten la naturaleza y el ambiente; así como promover y mejorar la calidad, sostenibilidad y operación de establecimientos a través del cumplimiento de estándares técnicos, medibles y objetivos.
La Capital del Centro del Mundo cuenta con espacios, establecimientos y actividades que promueven el cuidado del ambiente y la conservación del patrimonio natural; e invitan al turista a adentrarse en la naturaleza para admirar la diversidad de fauna y la flora que posee.
Bellavista Cloud Forest: se encuentra dentro de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino ha trabajado durante 30 años para recuperar el bosque nublado a su estado natural. Actualmente, además de ser un actor clave y positivo para la conservación de la biodiversidad de la zona, es un lugar ideal para la observación de aves y mamíferos silvestres.
Centro de Turismo Comunitario Yunguilla: es el único Centro de Turismo Comunitario del Distrito Metropolitano de Quito, que tiene como objetivo que los visitantes puedan conocer las costumbres y tradiciones locales. Ubicado dentro de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino y del Corredor Ecológico del Oso Andino, ofrecen tours por los bosques; recorridos por caminos precolombinos; trekking por la reserva; restaurante con platos elaborados con productos de sus huertos orgánicos y cultivados de forma natural; alojamientos en camping y en hogares familiares.
Mashpi Lodge: brinda una oportunidad sin precedentes para explorar el bosque nublado, un ecosistema rico en especies y biodiversidad. A 950 metros sobre el nivel del mar, dentro de la Reserva de Biósfera del Chocó Andino, los huéspedes pueden descubrir 500 especies de aves, árboles y anfibios, entre las que destacan las especies endémicas Mashpi y Magnolia.
Reserva Maquipucuna: Desde un albergue ecológico construido con bambú local hasta cabañas con impresionantes vistas y lugares para acampar, la reserva permite conectar con la naturaleza y observar uno de los animales más emblemáticos de Ecuador, el oso de anteojos, en su hábitat natural.
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