Proyectando el Turismo: Extraña frontera

Cuando pensamos en la línea fronteriza entre dos países generalmente nos viene la idea de una línea limpiamente trazada sobre un papel, de un lado de esa línea esta un país y de otro lado se encontraría un país diferente. Sin embargo no todo es blanco y negro y algunos pasos fronterizos terminan por convertirse en curiosidades para los viajeros, otro llegan a ser verdaderos atractivos turísticos, como es el caso de “four corners” el punto donde se tocan las fronteras  de Arizona, Nuevo México, Utah y Colorado.


En el artículo de hoy visitaremos cuatro curiosidades que se esconden la frontera entre Francia y España, y que bien pudieran servir como visita a considerar en un próximo viaje. Haremos nuestro recorrido de este a oeste, comenzando por Le Pethus, cerca de Girona, en Cataluña, hasta llegar a Irún cerca de San Sebastian, en el extremo oeste de la cordillera de los Pirineos.

Ubicación en el mapa de las cuatro curiosidades fronterizas que visitaremos hoy

Sabemos que la frontera natural entre estos dos países es la cordillera de Los Pirineos, la cual forma una barrera natural entre estas dos naciones. Sin embargo, no siempre fue asi, hubo una época en la que el reino de Aragón comprendía buena parte del suroeste de Francia, llegando hasta Perpiñan.

En 1659, el tratado de los Pirineos estableció el imite entre ambos países. Luego en 1866 se firmó en Bayona el Tratado de los límites entre el Reino de España y el Imperio francés, por lo que la reina Isabel II autorizaba a su gobierno a ratificar los acuerdos alcanzados por ambos países.

Lógicamente nadie eligió una acera como elemento fronterizo entre dos naciones. Fue con el desarrollo urbanístico de Le Perthus en los años 60, cuando la delimitación acabó representándose en el aspecto final que hoy adquiere el enclave. Siempre a partir de observaciones y modificaciones que se estipularon a partir del Tratado de los Pirineos (1659), se estableció que en esta zona la división territorial se establecería en el arroyo de la Condesa. Un riachuelo que se encontraba justo al borde del camino que atravesaba el lugar y por el que ahora traza la carretera N-II española. De modo que todo el arroyo era territorio francés hasta la orilla oriental. Cuando se procedió a la cobertura del río, la división se respetó y lo que era el cauce del arroyo quedó sustituido por la pavimentación.

En definitiva, esta singular avenida hispano francesa puede convertirse en la perfecta representación gráfica de la expresión “tener un pie en cada país”.

Unos kilómetros más al oeste nos encontramos con otra curiosidad nacida de este tratado de los Pirineos, en el cual España cedió a Francia los treinta y tres pueblos al norte de los pirineos que habían estado bajo la corona de Aragón, no obstante, Llivia quedó fuera de este tratado por tratarse de una villa, privilegio concedido por el Emperador Carlos I, por lo que continuó bajo dominio del Rey de España, y sus fronteras fueron delimitadas al año siguiente, dejándola como una isla española en territorio francés. Esto le provocó mas de una dificultad, ya que, en varias ocasiones a lo largo de la historia, Francia impidió el libre transito entre Llivia y España, sometiéndola a una suerte de bloqueo.

En casco histórico de Llivia se encuentra la farmacia mas antigua de Europa, fundada en el siglo XV, hoy en día convertida en museo

El siguiente en la lista es el caserío de Os de Civis, un pueblo español al que no le le puede llegar desde España. La localidad es un ejemplo de periclave. Solo se puede acceder a Os de Civís por carretera desde San Julián de Loria, en territorio de Andorra, y la comunicación directa con el resto del municipio, que se encuentra en la vertiente catalana del río Valira, es a través del collado de Conflent, de 2150 m de altitud, por una angosta carretera de tierra que no esta en muy buenas condiciones y que en invierno es sencillamente intransitable. Esta singularidad ha hecho de Os de Civis una visita complementaria para quienes viajan a Andorra. El caserío cuenta con restaurantes y un hotel, además de conservar la típica arquitectura de las casas del pirineo, con techos hechos con lajas de piedra.

Os de Civis

Completa la lista de hoy la Isla de los Faisanes, el condominio territorial más pequeño del mundo.

Francia y España comparten la soberanía de la isla,6 asumiendo Francia su administración durante los meses de agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre y enero. España, por su parte, controla la isla en febrero, marzo, abril, mayo, junio y julio.

Desde finales del siglo XIX la jurisdicción es rotatoria por periodos de seis meses. La Isla de los Faisanes supuso durante mucho tiempo una importante fuente de conflictos entre los pescadores españoles y franceses, que desarrollaban su trabajo en las dos riberas del río Bidasoa, la cual sirve de frontera natural entre ambos países. Con el objetivo de evitar estos enfrentamientos e impedir que el islote se convirtiera en un terreno no legislado, los dos estados decidieron repartirse durante seis meses al año la jurisdicción de la misma.

Esto hace que también sea conocida con los nombres de la Isla de la Conferencia o Isla de los Diplomáticos, constituyendo el condominio más pequeño del mundo.

En esta isla además fue donde se firmó el 7 de noviembre de 1659 el Tratado de los Pirineos, por el cual se ponía fin a la guerra entre España y Francia que se había iniciado en 1635. A partir de ese momento los Pirineos pasaban a ser la frontera natural entre los dos países.

Isla de los Faisanes, entre Irún, España y Hendaya, Francia

Sin duda alguna, cuatro curiosidades de la frontera franco-hispana poco conocidas por los viajeros.

Alberto Aristeguieta

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