España retoma la idea de implantar un impuesto al transporte aéreo

El objetivo del gravamen, que el Ejecutivo ha presentado a la Unión Europea, es “es el fomento del uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medioambiente”


El Gobierno de España ha planteado a la Unión Europea un impuesto sobre el uso del transporte aéreo, según se desprende del ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’.

En el documento, el Ejecutivo apunta que “el objetivo de este gravamen es el fomento del uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medioambiente así como el incentivo a la exploración de nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes”.

El Ministerio de Hacienda ya avanzó en marzo de 2020 su intención de establecer un nuevo impuesto especial que grave el uso del transporte aéreo y también otro tributo para los artículos de plástico de un solo uso destinados a contener y proteger bienes o productos alimenticios, pero la llegada del coronavirus puso freno a sus planes.

En concreto, Hacienda sometió a consulta pública a través de su página web dos documentos relativos a estos dos nuevos tributos para que las organizaciones y asociaciones más representativas potencialmente afectadas por la futura norma, como cualquier ciudadano, pudieran hacer llegar sus comentarios en los siguientes 15 días.

Según explicó en su momento, las medidas se enmarcan en el debate desarrollado a nivel internacional sobre la necesidad de dotar de mayor peso a los impuestos medioambientales para luchar contra el cambio climático, avanzar hacia una transición energética sostenible y promover la implantación y uso de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente.

Además, las medidas responden a las recomendaciones emitidas por la Comisión Europea, que en diversos informes han señalado que España cuenta con margen de actuación en materia de fiscalidad verde.

Uso de medios más sostenibles

En el caso del transporte aéreo, Hacienda señaló que el objetivo de este gravamen, que debería tener en cuenta el hecho insular, sería fomentar el uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, y que sirva como incentivo para explorar nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes.

El Ministerio descartó, no obstante, establecer un gravamen al queroseno –utilizado en la aviación– al asumir que la medida, aunque sería “eficaz”, es “inviable” a corto plazo para el uso en los vuelos intracomunitarios e internacionales.

El documento planteado por Hacienda recordaba que los aviones son una “importante” fuente de emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.

En concreto, estas emisiones se han duplicado desde 1990 solo en la Unión Europea, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en tanto que se incrementarán hasta un 185% en 2040, en base a las estimaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional.

Según Hacienda, la aplicación de un impuesto sobre el transporte aéreo permitiría también que España incrementara la contribución de los tributos medioambientales en los ingresos públicos, en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea y de otros organismos internacionales.

Actualmente, países como Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Austria aplican un impuesto sobre el transporte aéreo. También Francia, principal potencia turística del mundo, ha incorporado en su legislación un impuesto de estas características.

agenttravel.es

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