Dos edificios de un exclusivo complejo de viviendas al sur de Londres están unidos por una piscina que parece un acuario al aire libre
En Nine Elms, un antiguo distrito industrial al sur de Londres que se está transformando en un vecindario de cinco estrellas, una piscina se eleva a 35 metros del suelo. Pero a diferencias de otros espejos de agua artificiales ubicados en azoteas, este se encuentra, literalmente, en el aire.
La Sky Pool (piscina del aire) es el toque chic para Embassy Gardens, un complejo de 2.000 viviendas cuyos apartamentos cuestan una media de 1,2 millones de euros.
Además de los edificios Legacy, el distrito de Nine Elms está viendo crecer 40 torres de viviendas de lujo, que se comunicarán con el resto de Londres gracias a la apertura de dos estaciones de metro.
14 metros de piscina en el aire
La piscina conecta las azoteas de dos edificios llamados Legacy Buildings, separados por 14 metros de distancia.
Construida en un acrílico de 300 milímetros de ancho en la base y 200 milímetros a los lados, desde la calle se verá nadar a los privilegiados bañistas como si fueran una atracción de acuario.
La piscina está integrada a un complejo de spa, bar y una sala de usos múltiples para residentes.
Su capacidad es de 148.000 litros de agua, tiene un ancho de cinco metros, una profundidad de 3,2 y un largo total de 25 metros.
Las vistas más refrescantes
Con un cóctel en la mano, los residentes de los edificios podrán disfrutar desde la piscina de las vistas a diferentes iconos de Londres, como el Big Ben, el London Eye y la embajada de EEUU, ubicada a pocos pasos.
El próximo 19 de mayo la piscina se inaugurará oficialmente, en una actuación con música en vivo y un equipo de natación sincronizada que realizará un espectáculo que dará la vuelta al mundo.
Un complejo montaje
La estructura requirió un elaborado trabajo de fabricación y montaje. La piscina fue construida en Colorado, EEUU, y desde allí se trasladó a Texas.
Desde el Golfo de México viajó en barco hasta los Países Bajos, y cruzó el Mar del Norte y el Támesis hasta su actual ubicación de Londres.
Para montarla a 35 metros de altura se requirió una grúa de 750 toneladas, capaz de levantar una mole de 50 toneladas.
Para alivio de sus diseñadores, el rectángulo de acrílico encajó perfectamente: la estructura se había planificado dejando un margen de solo 30 centímetros para acomodarla en el armazón de acero, describió un representante de la empresa Eco World, promotor del nuevo complejo.