La caza de tesoros es uno de esos pasatiempos que siempre te mantiene alerta.
A veces, puedes explorar con tu detector de metales durante días y días y no encontrar nada más que chatarra. Otras veces, solo lleva unos minutos encontrar un objeto tan único y lleno de historia que vale la pena pasar a las futuras generaciones. Y aunque estos casos pueden parecer pura suerte, los experimentados cazadores de tesoros saben que también es una cuestión de investigación.
En algunos lugares, las probabilidades de tener un gran hallazgo son más altas. Las ciudades que tienen una rica historia o que se han utilizado como centros comerciales a lo largo de los siglos esconden todo tipo de objetos interesantes.
En Colombia, lo primero que viene a la mente es la ciudad de Cartagena, donde los piratas solían esconder su botín. Si está dispuesto a viajar por su afición, las posibilidades son realmente ilimitadas. Las atracciones populares de búsqueda del tesoro son populares por una razón, pero si al principio quisieras practicar en tu propia ciudad, no significa que nunca encontrarás algo. Estos son los mejores lugares donde deberías llevar tu detector de metales a dar un paseo:
Comienza en el área alrededor de tu casa
Esto puede sonar aburrido, pero nunca se sabe cómo se utilizó tu terreno en el pasado y qué tipo de tesoros se esconden debajo. Incluso si vives en un área urbana, siempre existe la posibilidad de que encuentres algo de propietarios anteriores.
Por ejemplo, ¿sabías que un hombre en Viena encontró más de 200 broches, platos y hebillas de la época medieval en su patio trasero? Por supuesto, las posibilidades de tal hallazgo son bastante bajas, pero incluso si no encuentras la colección de toda la vida de otra persona, aún puedes encontrar algunas baratijas bonitas, como monedas antiguas, latas vintage, aretes y otros recuerdos similares.
Playas
Pregúntale a un entusiasta de la detección de metales cuál es el único lugar que nunca dejaron con las manos vacías y seguramente obtendrás la misma respuesta: la playa. Y existe una explicación simple para eso: las playas son áreas de alto tráfico. Miles de personas exploran las playas de Colombia cada año e incluso si ya se han encontrado todos los tesoros antiguos, la gente deja caer todo tipo de objetos de sus bolsillos: anillos, relojes, llaves, monedas, etc.
Según Undercoil.com, el momento perfecto para detectar metales en la playa está por encima de la marca de marea alta, cuando las posibilidades de encontrar algo son mayores. Además, debe asegurarse de que su dispositivo pueda manejar la alta mineralización del agua salada.
Y si está buscando sugerencias de playas populares que atraigan a turistas de todo el mundo, algunas de las mejores en Colombia son Playas de Palomino, Playa Blanca y Capurgana.
Pueblos viejos
¿Coleccionas monedas viejas? Comprueba si hay una ciudad vieja o desierta cerca de ti. Los habitantes anteriores podrían haber dejado muchas cosas, incluidas las monedas. Si eres aficionado a la historia y no quieres limitarte a las monedas, estate atento a otros objetos, como postales, latas y joyas.
Además, los lugares antiguos y abandonados tienen una belleza inquietante sobre ellos, por lo que también disfrutarás de una vista panorámica. Hay varios lugares abandonados en Colombia, como Ciudad Perdida (la antigua ciudad perdida de Colombia) y la vía del tren a ninguna parte en Barranquilla, y muchas personas han informado que encontraron artículos interesantes en estas áreas.
Bosques y áreas de camping
La gente deja todo tipo de cosas en el bosque. A veces, no es más que chatarra. Otras veces, encontrarás todo tipo de pequeñas baratijas curiosas, como monedas extranjeras, broches, joyas y balas. En general, cuanto más antigua sea la historia del lugar, mayores serán las posibilidades de encontrar algo interesante. Y en Colombia, esos lugares son fáciles de encontrar.
Suesca y Villa de Leyva, que están a pocas horas de Bogotá, pueden ser excelentes puntos de partida. También puedes llevar tu detector de metales a pasear por el bosque, pero asegúrate de que el camino que sigas sea público.
Además, cuando vaya a explorar en acampados concurridos, encontrará más latas y chatarra metálica, lo que puede hacer que tu viaje sea tedioso y lento. Para ahorrar tiempo y aumentar las posibilidades de un buen hallazgo, puedes renovar a un detector de metales que te permita seleccionar el tipo de tesoro.
¿Existe algún lugar donde no deberías ir a detectar metales?
Como entusiasta principiante de la detección de metales, probablemente estés emocionado de usar tu nuevo dispositivo y encontrar cosas interesantes. Sin embargo, algunos lugares requieren un poco más de investigación, especialmente si no son públicos. Por ejemplo, antes de ingresar a un terreno en el campo, deberás obtener el permiso del agricultor propietario antes de poder usar tu detector de metales.
Algunos espacios públicos, como parques y cementerios, también pueden requerir un permiso. Para evitar problemas con la ley, revisa los foros en línea y ve si hay grupos de detección de metales en tu área. Pueden darte consejos sobre dónde comenzar y qué lugares evitar.
Por lo general, Colombia es un país seguro para la detección de metales, pero si acabas de mudarte aquí, debe saber que el campo puede ser peligroso si pasas sin prestar atención porque todavía hay muchas minas terrestres sin descubrir. Además, es posible que desees mantenerte alejado de los sitios de batalla. Sí, tienen una gran historia y puedes encontrar balas, casquillos de pistola, botones de uniformes y frascos de metal que pertenecían a los soldados.
Sin embargo, la detección de metales en estos sitios históricos puede estar restringida y no solo corres el riesgo de regalar los pequeños tesoros que encontraste, sino también recibir una multa.
Como regla general, siempre debes explorar en función de tu nivel de experiencia. Si eres nuevo en la detección de metales, comienza en el área alrededor de tu propiedad y en la playa.
Luego, a medida que te vayas acostumbrando a tu dispositivo y adquieras más experiencia, puedes unirte a grupos de detección de metales y descubrir lugares menos comunes, como pueblos y bosques desiertos, donde aumentan las posibilidades de hallazgos históricos.
