Accenture y Amadeus diseñan el futuro de la aviación

Centro tecnológico The Dock, abierto hace un año en Dublín. AMADEUSEXPANSION

Llegar al aeropuerto y comprobar que el vuelo ha sido retrasado varias horas es una de las experiencias más frustrantes que puede vivir un pasajero.

Pero imagine que, antes de salir de casa, recibe un aviso en su móvil diciéndole que hay muchas posibilidades de que el vuelo se retrase y que, si lo desea, puede cambiar su billete por otro vuelo posterior para evitar riesgos. Esta aplicación, que tantas reclamaciones evitaría a las compañías aéreas, existe y es uno de los proyectos en los que trabaja la alianza entre Accenture y Amadeus en The Dock, el centro de investigación y tecnología abierto en Dublín (Irlanda) para ayudar a encontrar soluciones a los retos de las aerolíneas y las empresas turísticas.

La aplicación está en fase de pruebas, pero sirve para entender cómo la industria es consciente de que debe mejorar su tecnología y su relación con sus pasajeros. "Los clientes esperan que comprar un billete de avión sea tan sencillo como viajar con Uber y hacer una reclamación tan fácil como en Amazon", explicó Jonathan Keane, director de la división de Aerolíneas en Accenture, durante un encuentro con periodistas europeos en Dublín. "El sector tiene un gran reto por delante".

The Dock se abrió hace un año y está en el nuevo barrio tecnológico de Dublín, junto a la sede de grandes empresas como Google.

Se trata de uno de los centros de innovación y desarrollo más punteros de la empresa de servicios Accenture, que cuenta con 50 espacios como éste en todo el mundo. Aquí trabajan diseñadores, expertos en Inteligencia Artificial e ingenieros de blockchain, entre otras disciplinas. "El objetivo de The Dock no es crear un power point, sino un prototipo que permita solucionar problemas", asegura Keane.

Algunas de las ideas que ya han visto la luz se están utilizando en algunas compañías, explica Andrea Marazzi, director de la alianza entre Accenture y Amadeus. Es el caso de Finnair, para quien se diseñó una solución de mensajería para que su personal de cabina se pudiera comunicar durante los vuelos sin molestar a los viajeros;o la plataforma de pago ideada para que los pasajeros compren dentro del avión con la tarjeta de embarque, en lugar de utilizar dinero o tarjeta de crédito. "Todo el mundo es capaz de innovar, pero el problema es hacer que estas innovaciones sean escalables y lleguen a toda la empresa", añade Marazzi. "La alianza también organiza una competición de start up con la que se pretende generar la mayor cantidad de ideas para la industria".

Decenas de empresas han pasado ya por el centro de Dulín. "Sacar a los ejecutivos de su rutina diaria y traerlos a un lugar neutral es muy beneficioso para que encuentren soluciones a sus problemas", dice Keane.

Fuente: Expansón

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