Última teoría del avión perdido MH370: micrófonos oceánicos lo sitúan muy lejos de la zona de búsqueda

El 8 de marzo de 2014 se produjo un suceso que aún hoy no ha sido resuelto: el vuelo 370 de Malaysia Airlines, con 239 personas a bordo, desapareció en algún lugar del Océano Índico sin dejar rastro. Las labores de búsqueda de los restos se alargaron sin éxito durante años hasta el pasado mes de mayo. Hasta ahora, nulo resultado. ¿Es posible que se haya buscado en el lugar equivocado? Así lo creen los autores de un nuevo estudio que sitúan la zona donde el avión pudo chocar con el mar a miles de kilómetros de las rastreadas hasta ahora.

En concreto, en base a los datos arrojados por los micrófonos oceánicos, los investigadores apuntan a una zona situada en la parte norte del Océano Índico, entre Magadascar y el archipiélago de Chagos. En una investigación publicada el 29 de enero en la revista «Scientific Reports», el matemático Usama Kadri asegura que se grabaron cuatro eventos de sonido distintivos en el mar causados por ondas de gravedad acústica de muy baja frecuencia, aproximadamente en la época en que el Vuelo 370 podría haberse estrellado. Su investigación mostró que uno de esos eventos sonoros sucedió relativamente cerca del área de búsqueda, pero otros dos están a miles de kilómetros de distancia en la zona anteriormente citada.

Red de micrófonos submarinos

Kadri y sus colegas de la Universidad de Cardiff, en el Reino Unido, y la Universidad Memorial de Newfoundland, en Canadá, analizaron los sonidos grabados por la red de micrófonos submarinos (llamados hidrófonos). Generalmente, estos aparatos se utilizan para escuchar posibles pruebas nucleares prohibidas. Con ellos se puede ubicar con más o menos precisión los sonidos del océano. Al principio se descartó su uso porque el entramado de hidrófonos está diseñada para detectar explosiones nucleares bajo el agua, en conjunto con otros sistemas de monitoreo en el aire y por medio de temblores sismológicos en la tierra, por lo que se pensó que no podía detectar un avión que se estrellara.

Sin embargo, los investigadores advierten de que el océano es un lugar ruidoso y estas señales podrían haber sido causadas por terremotos submarinos o erupciones volcánicas, o incluso por meteoritos o basura espacial que cae en el océano. Aún así, los detalles de la nueva investigación fueron transmitidos a las autoridades de Malasia y Australia, responsables de localizar el avión, aunque actualmente no hay planes para reanudar la búsqueda en el mar, ha asegurado Kadri al medio LiveScience. Los responsables del estudio afirman que esta técnica debe ser tenida en cuenta para posibles nuevas búsquedas.

Fuente: aviacionaldia.com

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