Crece el turismo médico en Argentina

Según el último índice de turismo médico, definido como el flujo de personas que viajan a otros países para conseguir atención médica o someterse a distintos procedimientos por ser más baratos o accesibles que en su lugar de origen, turistas de Uruguay, Bolivia, Paraguay, Estados Unidos y Canadá lideran el ranking hacia Argentina.


Es el país sudamericano más visitado, en un listado que lideran Canadá, Singapur y Japón. Hasta 2019 atraía unas 15 mil personas por año, pero en los últimos meses del 2022 la demanda ya superaba a los momentos previos a la pandemia.

Pablo Paltrinieri, vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo Médico (CATM, explicó que la combinación de una capacidad médica probada con una economía devaluada vuelve a estas tierras especialmente tentadoras. “Casi cualquier prestación médica se puede conseguir a un costo de hasta un 30% menor que en otros países de la región y al 50% de lo que cuesta en EE.UU.”.

Entre el 55 y el 60% de los pacientes buscan medicina curativa: operaciones y tratamientos específicos, un 30% cirugías estéticas y el resto se vincula al turismo de bienestar, con actividades como el control de peso.

Los defensores de la actividad plantean que, al aumentar las ganancias del sector, este flujo genera recursos para mejorar la infraestructura de salud en los países receptores. Graciela Esponda, gerente de la CATM, reconoce que “a veces se cree que el turista de afuera usa bienes o servicios que no tienen los argentinos”, pero asegura que “en realidad, al tener un mejor ingreso por el turismo extranjero, las organizaciones de salud pueden reequiparse o pagar mejor al personal, lo que redunda en beneficio de todos”.

Pero también hay desventajas. En algunos casos, la estandarización en los costos de atención puede dificultar el pago de los servicios a quienes cobran en moneda local. En otros, la creciente oferta de atención en centros privados, con las ganancias crecientes que disfrutan, profundiza la brecha salarial con los profesionales del sector público.

Por esto, la investigadora de la Universidad de Brasilia Dennise Rodríguez asegura que la teoría del “derrame” del dinero del turismo hacia la base del sistema sanitario es falsa. El problema es de fondo: en una transición que lleva décadas, la salud se percibe cada vez más como un bien y menos como un derecho, lo que allana el camino a considerarla una mercancía.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *