En dos meses Pfizer dispondrá de una nueva vacuna contra la covid que mejorará la protección frente a la variante Ómicron. Así lo ha asegurado su consejero delegado, Albert Bourla, quien ha afirmado que espera tener en marzo la nueva vacuna.
“La esperanza es que logremos algo que tenga una protección mucho mejor, en particular contra las infecciones, porque la protección contra hospitalizaciones y enfermedad grave ahora mismo es razonable con las vacunas actuales, siempre que se haya administrado la tercera dosis”, dijo Bourla al canal de televisión CNBC, que explicó que aún no está claro si este nuevo producto será necesario, pero dijo que ya están comenzando a fabricar las primeras dosis dado que algunos países quieren disponer de ellas cuanto antes.
Tal y como apuntan fuentes de la compañía farmacéutica “el 25 de noviembre, desde Pfizer y BioNTech comenzamos a desarrollar una vacuna Covid-19 específica contra Ómicron”, si bien recuerdan que en diciembre los resultados de un estudio de laboratorio inicial demostraron que los anticuerpos séricos inducidos por su vacuna neutralizan esta variante del SARS-CoV-2 “después de tres dosis”.
El máximo ejecutivo de la farmacéutica estadounidense explicó que la nueva versión busca una mayor inmunidad ante esta variante, pero seguiría ofreciendo protección ante otras variantes. Aunque el producto estará listo en marzo, Bourla dejó claro que aún no sabe si será necesaria su utilización, unas dudas que extendió al uso de una cuarta dosis de la vacuna actual, que ya han empezado a probar países como Israel. “No sé si hay necesidad de una cuarta dosis de refuerzo, pero tiene que probarse. Nosotros haremos experimentos”, ha señalado.
Fin a la controversia
Lo cierto es que muchos expertos reclamaban desde hace tiempo una actualización de este tipo frente a la administración de refuerzos que, tal y como se estaba viendo en algunos países, no estaban teniendo los mismos resultados contra esta variante que frente a otras previas. Con este anuncio se pone fin a la controversia surgida en torno al “carrusel” de refuerzos de la vacuna original, basada en la cepa original de Wuhan, y que iban ya por los cuatro pinchazos en países como Israel, hecho que no está frenando las tasas de contagios, muy elevadas, aunque sí las muertes y hospitalizaciones por este motivo
“Si la eficacia [de la vacuna] disminuye con el tiempo puede ser debido a que la respuesta inmunitaria va decreciendo o bien a la irrupción de una nueva variante frente a la cual la vacuna actual tenga una protección menor. En el primer supuesto, esa dosis de refuerzo será con la cepa original de la vacuna y en el segundo, es posible que haya que utilizar una vacuna desarrollada con la cepa nueva”, aseguró el director médico mundial de vacunas de Pfizer, Luis Jodar.
Parece que ese momento ha llegado.
“El desarrollo continuará según lo planeado en caso de que sea necesaria una adaptación de la vacuna para aumentar el nivel y la duración de la protección contra Ómicron”, concluyen desde Pfizer.