El hallazgo ha hecho que muchos científicos acudan al lugar para confirmar su origen.
Como muchos otros descubrimientos realizados en Google Maps entre los que se cuentan yacimientos arqueológicos, refugios nucleares o sitios donde se filmaron series, este también fue accidental: un pozo de 15 kilómetros de diámetro que el usuario Joël Lapointe encontró en el sur de Canadá, en la región Côte-Nord de Quebec.
Lapointe detectó un anillo de pequeñas montañas que rodeaban el lago Marsal, a unos 100 kilómetros al norte del pueblo de Magpie, Quebec. El lugar le llamó tanto la atención que consultó con el geofísico francés Pierre Rochette, que ahora forma parte de un equipo de científicos que investiga el lugar como un posible cráter de impacto de meteorito.
“Si nos fijamos en la topografía, es muy sugerente de un impacto», señaló Rochette en una entrevista con un medio canadiense. De hecho, ya ha comenzado a analizar posibles explicaciones a partir de muestras del lugar y dice que al menos una contiene circón, un mineral muy frecuente en sitios de impactos de meteoritos. De acuerdo con Rochette, de confirmarse, sería un hallazgo importante: el último meteorito de este tamaño se descubrió en 2013.
Según la NASA, los cráteres de impacto se forman cuando un meteorito se estrella contra la superficie de un planeta a miles de kilómetros por hora. Teniendo en cuenta el diámetro, el objeto que lo provocó podría llegar a medir hasta unos 500 metros de diámetro, mucho más pequeño que el que provocó la extinción de los dinosaurios y medía al menos unos 10 km.
Pero lo interesante es que algunos cráteres pueden datar de hace millones o cientos de millones de años y su composición dependiendo de su procedencia. Esto también nos indica cuánto ha viajado. Son, para los científicos, huellas del universo en nuestro planeta.
Encontrar estas huellas en Canadá no es extraño: de los 200 cráteres de impacto confirmados en el planeta, más de 30 están en este país, afirma Gordon Osinski, profesor de ciencias de la Tierra en la Universidad Western. De hecho, debido a la cantidad de explotaciones mineras, hay “muchos geólogos que buscan y ocasionalmente hacen descubrimientos como este – añade Osinski -. Es bastante fácil con Google Earth en estos días seguir adelante y encontrar estructuras que son de origen circular o semicircular, aunque nueve de cada diez veces no son cráteres”. El objetivo es realizar un viaje a la región para determinar si de verdad se trata de un cráter.