Un avión espacial secreto estadounidense no tripulado regreso tras un récord de 908 días en órbita

Muchas de las actividades del X-37B están clasificadas, pero después de realizadas ha trascendido alguna información.


Un avión militar autónomo X-37B de la Fuerza Espacial de EE. UU. concluyó una misión durante la cual orbitó la Tierra durante 908 días para realizar experimentos y pruebas, según informaron este domingo (13.11.2022) medios especializados.

El X-37B, construido por Boeing y definido como una plataforma de pruebas, aterrizó este sábado en el Centro Espacial Kennedy de la NASA al término de su sexta misión, denominada OTV-6.

La misión duró cuatro meses más que las anteriores y tuvo como novedad que contó con un módulo de servicio, según el medio Space.com.

X-37B y las nuevas tecnologías espaciales

«Estamos orgullosos de haber podido probar esta capacidad nueva y flexible para el Gobierno y sus socios de la industria», dijo Jim Chilton, vicepresidente sénior de Boeing Space and Launch, en un comunicado.

«Desde el primer lanzamiento del X-37B en 2010, ha batido récords y ha brindado a nuestra nación una capacidad inigualable para probar e integrar rápidamente nuevas tecnologías espaciales», dijo Chilton.

Space.com señala que el X-37B se asemeja a uno de los transbordadores espaciales que tenía la NASA, pero es de un tamaño menor (8,8 metros frente a 37 metros).

Aparentemente la Fuerza Espacial de EE. UU. posee dos vehículos X-37B, ambos provistos por Boeing y en total han realizado seis misiones orbitales desde abril de 2010.

Avión secreto

Muchas de las actividades del X-37B están clasificadas, pero después de realizadas ha trascendido alguna información.

Esta última, por ejemplo, probó el módulo de antena de radiofrecuencia fotovoltaica del Laboratorio de Investigación Naval de EE. UU. y desplegó el satélite FalconSat-8, diseñado por cadetes en la Academia de la Fuerza Aérea de EE. UU. que lleva cinco cargas útiles experimentales propias.

OTV-6 también realizó algunos experimentos para la NASA. Uno probó cómo la radiación espacial afecta las semillas de las plantas y otro midió cómo varios materiales responden al entorno espacial.

elmundoalinstante.com

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