Cada vez son más los que se suman al cambio, la Pandemia enseñó a ser mucho más responsables a las empresas navieras, a pensar más en el medio ambiente, a fomentar mucho más el cuidado y protección del planeta, y abrir pasos a la era de la sostenibilidad.
Todo comienza en la fabricación de barcos sostenibles que funcionen con alto rendimiento, pero menores emisiones, por lo que se ha empezado a emplear otras fuentes de energía, como la solar o eólica.
Ya son muchos los barcos que están siendo construidos con nuevas e innovadoras tecnologías, y la prueba de ello es el nuevo barco Costa Cruises “Costa Esmeralda”.
Este barco usa como combustible gas licuado, con el objetivo de reducir emisiones de CO2, de ahí que de su chimenea no salga nada de humo.
Además el material empleado en la hostelería de este barco, es biodegradable y todos los residuos se reciclan. Todo lo que no se consume, se dona a un banco de alimentos una vez se llega a puerto.
Como si fuera poco, la energía de los ascensores se recupera y reutiliza en el mismo barco.

Costa Esmeralda
Otras de las iniciativas que vemos, es el Programa Sail&Sustain de Norwegian Cruise Line, el cual se centra en la conservación y producción de agua, eficiencia energética y de combustible y reciclaje. Como miembros de la CLIA, NCL se comprometió a reducir las emisiones de carbono en un 40% en 2030. Para alcanzar la meta, sus barcos están equipados con un sistema de limpieza de gases de escape que reduce la cantidad de oxido de azufre hasta en un 99%.
La CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Cruceros), publicó su informe de Practicas y Tecnologías Ambientales de la Industria Global de Cruceros 2022, en el que se destacan todos los avances que se han producido en sostenibilidad.
La CLIA habla también (como la aviación) de su compromiso para llegar a las cero emisiones neta de carbono, a nivel global para 2050.
El reporte se refiere a una serie de ejemplos. Entre uno de ellos, se refiere al número cada vez mayor de embarcaciones que se lanzarán en los próximos años que podrán incorporar propulsión de cero emisiones cuando este disponible, así como la creciente inversión para equipar barcos a fin de conectarse a la electricidad en tierra cuando esté disponible.
Explica CLIA en un comunicado “Mas del 15% de los barcos que se botarán en los próximos cinco años, estarán equipados para incorporar pilas de combustible o baterías, y el 85% de los barcos miembros de CLIA que entren en funcionamiento de aquí al 2028 podrán conectarse a tierra para recargar electricidad, lo que permite que los motores se apaguen en el muelle para una reducción significativa de las emisiones”, detalla el informe.
Para Kelly Craighead, presidente y director Ejecutivo de CLIA: “La innovación y la ingeniería están en el corazón de la visión de la industria para un crucero con cero emisiones de carbono. La industria de cruceros continúa liderando el camino al invertir miles de millones para incorporar nuevas tecnologías, acelerar el desarrollo de combustibles marinos sostenibles, y permitir la conectividad eléctrica en tierra en barcos nuevos y existentes. Estos son los elementos fundamentales para la descarbonización del transporte marítimo global, y estamos actuando ahora para el futuro”.
“El informe deja claro que una transición hacia combustibles marinos sostenibles sigue siendo esencial para lograr los objetivos de descarbonización de la industria marítima y subraya la necesidad urgente de que los gobiernos apoyen los esfuerzos de investigación para acelerar el desarrollo de estos combustibles para que sean seguros, viables y disponibles para uso a escala” afirma el comunicado.
La CLIA predice que para el 2027 las flotas de navíos oceánicos de miembros de la entidad “reflejara avances significativos” en la búsqueda de una industria que abogue por un futuro más limpio y eficiente.
Para ese entonces habrá 26 navíos propulsados por Gas Natural Licuado (GNL), en tanto que el 81% de la capacidad global estará empleando Sistemas avanzados de tratamiento de aguas residuales, mientras que 174 barcos contarán con conexión para aprovechar la electricidad en tierra.
No puedo dejar de mencionar los significativos índices de recuperación de la industria alrededor del mundo.
CLIA destacó que, durante sus más de 50 años de historia, el sector ha demostrado una gran resiliencia, cualidad que se hizo evidente al retomar las operaciones en Julio 2020.
La entidad pronostica, que, en una visión de mínima, los volúmenes de viajeros de 2019, serán superados a fines del 2023, en tanto que una mirada de máxima, lleva a alcanzar el 101% de recuperación a fin del presente año.
Antes que finalice 2026 el volumen de pasajeros estaría superando en un 12% al registrado en 2019.
El Caribe (incluyendo Bahamas y Bermudas) seguirá liderando las preferencias de los viajeros con un 44% del share total de destinos. Le seguirán Asia y China (13%) el centro y oeste del Mediterráneo (8%), Australasia (5%) y el Canal de Panamá y Sudamérica (5%).
Las proyecciones de la CLIA para cerrar este 2022 apuntan a un conteo final con 272 navíos operativos con una capacidad promedio de 2.126 pasajeros. De ellos, el mayor porcentual (31,6%) corresponderá a barcos de lo que hoy se consideran medianos (2 mil a 3 mil pasajeros), seguido por un 30.9% para naves de hasta mil huéspedes.
También manejan que la edad promedio de los cruceristas es de 47,6% y son los milennials los más entusiasmados por volver a navegar (85%).
Podemos concluir que la recuperación de los cruceros no es solo cuestión de encuestas.
Ese año finalizará con la botadura de 16 nuevos barcos oceánicos de empresas asociadas a CLIA.
Por: Maria Elena Franceschi -Directora TOP CRUISES Representantes de Norwegian Cruise Line y Emerald Spanic/Scenic en Venezuela
Fuente: Ladevi / CLIA