El avión del futuro: menos contaminante y con ventanillas virtuales

SILVIA FERNÁNDEZ Madrid

Más de 23.000 aviones comerciales surcan hoy los cielos en todo el mundo. En menos de 20 años serán 40.000, según las previsiones de los grandes fabricantes aeronáuticos Boeing y Airbus. Y su fisonomía podría haber cambiado sustancialmente.

Cómo serán esos aviones es una de las claves que se están empezando a desvelar. Los aparatos eficientes ya están entrando en las flotas de las principales aerolíneas. Sus consumos son menores, y de ahí el interés de la industria aeronáutica. Es el caso del A350, del que ya hay más de 100 aparatos en el mercado, y del que a finales de este junio Iberia recibió el modelo 900 (A350/900), cuyos motores permiten un ahorro de combustible del 30%.

Pero los aviones pensados para el futuro también son aparatos con un menor impacto medio ambiental. Hace unos 10 años comenzó a usarse biocarburante en la aviación. Y el pasado octubre, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), dependiente de la ONU, cifraba en 40.000 los vuelos que se habían operado ya con ese combustible más limpio.

Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata) 500 millones de pasajeros en 2025 serán transportados en vuelos con biocarburantes, pero podrían ser 1.000 millones si se apostase por más ayudas. La implementación del programa Esquema de Compensación y Reducción del Carbono para la Aviación Internacional (Corsia, por sus siglas en inglés) ha sido uno de los empeños de Iata en 2017. Y el objetivo de la industria de la aviación «de cara a 2050 es «reducir a la mitad las emisiones de carbono».

Por otro lado, el citado aparato de Airbus es el más silencioso actualmente. Los pasillos son más anchos y los techos más altos, y el sistema de renovación del aire mejora la humedad a bordo, por lo que hay quien dice que reduce la sensación de jet lag.

De momento los cambios más drásticos en diseño aún no se han implantado en la fabricación aeronáutica. El Centro para la Innovación de Procesos en el Reino Unido y la empresa Spike Aerospace han propuesto sustituir las ventanillas por pantallas de vídeo y el fabricante Boeing iluminar el techo con paneles que muestren imágenes, cuenta la empresa gestora de viajes de negocios Carlson Wagonlit Travel (CWT). Ya hay aerolíneas que están probando la experiencia de suprimir las ventanillas para mejorar la aerodinámica. Es el caso de Emirates Airlines, que ha probado a utilizar ventanillas virtuales en los asientos del centro de primera clase.

En el futuro más inmediato están otros avances cuya suerte dependerá del coste que tenga su aplicación para las aerolíneas, como asientos que se desinfectan solos gracias a un revestimiento antibacteriano, al margen de los que podrán disfrutar en business class incluso con masajeador. Y el entretenimiento a bordo dará un salto con la realidad virtual. La experiencia ya la ofrece InflightVR, socia del holding aéreo IAG.

Los aeropuertos no están quedando al margen de la innovación. Un control ocular, conjuntamente con el escaneo del pasaporte, abre y cierra ya las puertas de las zonas de inmigración de los vuelos internacionales por ejemplo de Barajas. Pero esto se podría trasladar a las puertas de embarque de cada vuelo. Ya se embarca, por ejemplo, en vuelos de British Airways gracias al análisis biométrico del rostro, lo que evita la comprobación del pasaporte y reduce los tiempos de embarque, un punto muy importante para las aerolíneas.

También se estudia que escáneres distribuidos por un pasillo de acceso en los aeropuertos agilicen los controles de seguridad, de tal modo que se pasen mientras se camina hacia la puerta de embarque.

Los cambios también atañen al equipaje. Sin ir más lejos, en el aeropuerto de Barajas Delta o Norwegian, entre otras, tienen máquinas de auto chek-in para facturar equipaje sin intermediación de personas. En ellas también se puede imprimir la tarjeta de embarque, aunque esto último, con la tarjeta electrónica en el móvil, es cada vez más una práctica en desuso. Además, recuerda CWT, en su apuesta por la innovación, que ya se venden maletas con tecnología de identificación por radio frecuencia (RFID) y compañías como Delta Airlines o American Airlines ofrecen este servicio de seguimientos desde el móvil del bulto facturado.

Para el tiempo que inevitablemente haya que pasar en los aeropuertos surgen inventos como el prototipo de cápsula con wifi y aire acondicionado convertible en cama para descansar o trabajar con privacidad de la start up AirPod, presentado hace sólo un mes.

Toda esta innovación se fundamenta, según CWT, «en un mejor diseño de los aeropuertos, comunicaciones digitales entre el viajero, el aeropuerto y la aerolínea, así como la explotación del big data para racionalizar las operaciones de transporte».

Fuente: El Mundo

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