Yakumama 2022: agradecimiento al mar en Paracas con ritos y ofrendas encandiló a turistas

Con el sonido de los pututos, la tinya, la quena, del wankar, acompañando al Inca y su corte, se inició la XV escenificación de la Yakumama 2022, cuyo punto culminante fue la ofrenda con cánticos al mar de Paracas, en la región Ica, en agradecimiento por dotar de alimento del ser humano desde tiempos ancestrales.


La representación escénica de la Fiesta del Mar o Yacumama frente al geoglifo El Candelabro, ubicado en la bahía de Paracas, fue un rito emocionante con ofrendas florales y los alimentos de la pachamama (madre tierra) como la papa, maíz, la chicha de jora; y el lanzamiento de hojas de coca a las aguas del mar.

La Yacumama en su XV edición no solo mostró el crecimiento de esta escenificación, cada año,  sino también de delegaciones y de autoridades que participaron en la ceremonia organizada por la Cámara de Turismo y Comercio Exterior de Paracas (Capatur), que ya está evaluando incrementar para el 2023 los días de celebración, para brindar a todos la oportunidad de participar en las actividades de homenaje y agradecimiento al mar de Paracas.

Colorido pasacalle

La jornada principal inició con un colorido pasacalle que recorrió por diversas calles de la ciudad y que encabezaron las autoridades, como la alcaldesa de Paracas, Rosario Ramírez Gamboa; y los burgomaestres, especialmente invitados, de la provincia ayacuchana de Vilcashuamán, Agliberto Martínez; y del distrito cusqueño de Machu Picchu, Darwin Baca.

También  estuvieron presentes el titular de la Capatur, Eduardo Jáuregui, representantes de entidades públicas del gobierno regional, del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, de la Marina de Guerra, Policía Nacional y del presidente de la Asociación de Restauradores Marinos y afines del Perú, Javier Vargas Guimaray.

Luego, llamó la atención el Inca, su coya sus sacerdotes; la cantante soprano y sus músicos ataviados con vestimentas del Inti Raymi  en representación de los incas. Su paso era al ritmo de la música cusqueña en homenaje al Inti y a la Pachamama, lo que generó aplausos de los  ciudadanos de Paracas y de numerosos turistas que llegaron a la ciudad, atraídos no solo por las Islas Ballestas, El Candelabro, sus playas, sino también por la Yacumama.

Cerraron el pasacalle, los sicuris con el sonido de sus bombos, zampoñas, sicus, la cariquima, el suri; dándole colorido al desfile por la fuerza de sus vientos.

Rumbo a El Candelabro

Luego de una ceremonia a orillas de la playa El Chaco, tanto las autoridades como los artistas de la escenificación, músicos y periodistas se embarcaron en unos 5 deslizadores para trasladarse frente a El Candelabro y realizar la ceremonia de pago al mar pero, además, a los dioses incaicos como la Pachamama, el Inti (Dios Sol) y el Dios Wiracocha.

Al llegar frente a El Candelabro, el Inca y su corte dieron inicio al culto, primero con el encendido del incienso, el palo santo y el rociado de agua florida para luego ofrendar los productos de la pachamama como el maíz, la papa, la chicha (bebida sagrada de los incas) y el feto de una llama, así como ofrendas florales en tributo y reconocimiento al mar y la naturaleza.

Este es un acto que hacían los antiguos peruanos, pues no solo rendían tributo al mar y la tierra sino también a la cosecha, a los alimentos proporcionados por el mar que consumían nuestros antepasados. Por eso, es necesario recordar esta ceremonia que cada año venimos escenificando en homenaje también a los antiguos peruanos, expresó Eduardo Jáuregui, presidente de Capatur.

Esta ceremonia –dijo- es un llamado a la reflexión de la ciudadanía para que cuide el mar y el medio ambiente como lo hacían los antiguos peruanos y que “ahora más que nunca todos debemos cuidar”.

Jáuregui agregó que este tipo de ceremonias no solo ayudan a realizar un acto en favor del medio ambiente sino,  a la vez, del turismo y la reactivación económica.

Similar pronunciamiento efectuó el alcalde del distrito de Machu Picchu, quien sostuvo que ceremonias como la Yacumama son importantes para tomar conciencia de cómo los peruanos antiguos respetaban y agradecen  a sus dioses, al mar, a la tierra, a sus cultivos y sus animales; porque eran el sustento de vida para nuestros antepasados.

Ahora que la naturaleza ha dado diversos golpes al mundo, es necesario que todos los habitantes no solo de Paracas sino también del Perú y el mundo, reflexionen sobre el cuidado del medio ambiente como lo hacían nuestros antepasados: no contaminando el mar, finalizó.

andina.pe

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