ATP evalúa potencial turístico en áreas indígenas para atraer viajeros conscientes

Un estudio identificó que más de 500 millones de viajeros buscan conectarse con la sabiduría de los pueblos indígenas y la naturaleza que les rodea.


Mileika Lasso –mlasso@laestrella.com.pa

El potencial turístico en las zonas indígenas de Panamá forman parte del Plan Maestro de Turismo Sostenible 2020-2025, para concretarlo está semana, el titular de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Iván Eskildsen visitó los corregimientos de Cerro Banco y Soloy, pertenecientes al distrito de Besikó, en la comarca Ngäbe Buglé.

Durante su visita, el regente de la ATP junto a su equipo de trabajo identificaron las experiencias de turismo comunitario que puedan ser integradas en el circuito turístico Panamá Indígena. Un estudio del Fondo de Promoción Turística (PROMTUR) reveló que hay más de 500 millones de viajeros conscientes alrededor del mundo, segmentados en perfiles específicos.

Según Eskildsen estos viajeros están interesados en conectar con la sabiduría milenaria de los pueblos indígenas y la naturaleza que les rodea. “Hemos observado en nuestra participación en ferias internacionales y reuniones recientes que la conexión espiritual de las tradiciones ancestrales indígenas, así como la naturaleza prístina que les rodea, cautiva a los viajeros conscientes y los atrae apasionadamente”, dijo el administrador a través de una nota de prensa compartida este sábado.

En la cabecera del distrito en el corregimiento Soloy hay áreas para hacer rafting, paseos en caballo, expediciones de contacto con la naturaleza, convivencia con la comunidad para conocer la cultural indígena y los rituales tradicionales; en Cerro Banco, la cascada Kiki, está rodeada de vegetación virgen y habitada por una fauna diversa; en Boca de Balsa, los visitantes disfrutarían de la vegetación exhuberante, avistamiento de aves y de mamíferos y algunos animales en vías de extinción que se encuentran inmersos en la naturaleza; y en Niva, podrían visitar petroglifos y aguas termales.

Tanto Eskildsen junto a su equipo conocieron los proyectos de emprendimiento que ya se desarrollan en estas comunidades, como el de la Organización Cultural y Artesanal de Bésikó (OCAB), con el fin de unir esfuerzos con el sector público y desarrollar estrategias que potencien la producción y venta de artículos de confección artesanal, los cuales a su vez son representativos de su cultura.

Además de Cerro Banco y Soloy, para el potencial turístico también la ATP podría considerar los corregimientos de Boca de Balsa y Niva. En Panamá el 15% de la población es indígena; que es beneficiaría de proyectos en coordinación con el Plan Colmena a fin de reducir el índice de pobreza que existe.

El Plan Maestro señala que el circuito Panamá Indígena se debe desarrollar con un enfoque de respeto a la naturaleza y tradiciones ancestrales de los siete pueblos indígenas. A través de un conjunto de experiencias auténticas, las diferentes etnias compartirán con los visitantes su respeto por la naturaleza, su cosmovisión, gastronomía, bailes y rituales, los cuales permitirán que todos aquellos que lo visiten vivan experiencias inolvidables.

Foto: Iván Eskildsen, administrador de la ATP junto a lideres indígenas de la comarca Ngäbe Buglé. Cedida

La Estrella de Panamá

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