Entre Cielo y Tierra: “Reimpulsar el Turismo Interno y Salvar a Margarita”

La pandemia china ha causado muchas muertes y muchos problemas a todos los países del planeta tierra, ente ellos el cierre de miles de empresas, la substancial pérdida de ingresos y de empleos en otras, y un profundo cambio en la manera de como y cuando se trabaja. Los destinos turísticos que dependen casi exclusivamente de la actividad turística, y de todo el efecto multiplicador que ella genera, están a la espera de que regresen los visitantes para poder sobrevivir.


Reactivar el flujo de visitantes que llega a los destinos turísticos no depende exclusivamente de las autoridades locales ni de los empresarios y demás prestadores de servicios turísticos que allí se localizan, se requiere que los centros emisores hayan dado luz verde para que las personas puedan viajar nacional o internacionalmente sin mas restricciones que las migratorias, aduaneras y sanitarias en los casos de pasajeros internacionales, o simplemente de las sanitarias respecto al turismo interno; en ambos casos el cumplimiento de los protocolos sanitarios y los de respeto a la distancia social serán muy importantes en los aeropuertos, puertos y terminales terrestres de pasajeros, y esto, además de la responsabilidad de las autoridades competentes, también será obligación de las empresas involucradas en el transporte de los viajeros.

Otro aspecto que limita severamente la reactivación del tráfico turístico es el restablecimiento de la conectividad aérea, marítima y terrestre, sin la cual, no habrá posibilidades serias que permitan que la movilidad de las personas que, por motivos familiares, recreacionales o de trabajo quieran o deban hacerlo.

En el caso de Venezuela, país que ya venía sufriendo graves problemas económicos y sociales antes de la llegada de la pandemia, la paralización de las actividades relacionadas con el viaje, el turismo interno e internacional, tiene en jaque a decenas de miles de venezolanos que dependen del ingreso por la reservación y venta de servicios turísticos, o de la actividad comercial y recreativa que subyace en los destinos nacionales.

La Isla de Margarita, uno de los íconos del turismo interno en Venezuela, así como del turismo internacional receptivo, es un vivo ejemplo de como los efectos de la pandemia mantienen al borde de la muerte a un destino turístico. El estado Nueva Esparta, con sus dos principales islas: Margarita y Coche, depende del transporte aéreo y del marítimo tanto para el arribo de los visitantes nacionales e internacionales, como para abastecerse de mercancías, alimentos y combustible que le permitan una operación normal de sus aeropuertos, establecimientos de alojamiento, transporte interno, restaurantes y comercio. Necesitamos salvar a Margarita y Coche de la crisis económica en la que se haya sumergida.

Reimpulsar el turismo interno permitirá que muchos pueblos y ciudades venezolanas se reactiven económicamente al moverse nuevamente la rueda del consumo, la cual generará ingresos a los hoteles, posadas, restaurantes, museos, parques, taxis, etc., y permitirá reincorporar a muchos trabajadores cesantes en estas actividades.

Willian J. Bracho
Abogado, MSc. Gestión del Turismo Sostenible
Especialista en Derecho de la Navegación
willianbracho@estrategaconsulting.net
Instagram: @Estratega_Consultores_wb

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