Enoturismo Virtual o cómo visitar bodegas sin salir de casa

A golpe de reinventarse o morir muchas bodegas han innovado en experiencias de realidad virtual para acercar sus espacios a todo el mundo.
Natalia Martínez


Vendimias a todo color, contemplar barricas rebosantes, pasear por cementerios de botellas… Las visitas a las bodegas son una estupenda forma de conectar con el mundo del vino y aprenderlo todo sobre él, pero la pandemia ha forzado a estos templos enológicos a cambiar las visitas presenciales por las virtuales. Hasta que sea posible volver a viajar con normalidad, la realidad pasará por sujetar la copa en una mano y el ratón del ordenador con la otra, pero con las alternativas y planes que proponen desde estas bodegas, nadie se puede quejar. Eso sí, la cata, parte indispensable de toda visita a bodega, se tendrá que hacer descorchando cada vino en casa. 

LOS PIONEROS

La Familia Fernández Rivera tiene repartidas sus bodegas por diferentes DO de nuestra geografía. Aunque separadas entre ellas, Tinto Pesquera, Condado de Haza, Dehesa de la Granja y El Vínculo integran el grupo de espacios enológicos que, junto a su Hotel AF Pesquera, se pueden visitar a golpe de click. Es posible gracias a los avances de la realidad aumentada, un sistema que ofrece una calidad visual no fácil de igualar y del que son pioneros en Ribera de Duero. Con él, uno puede recorrer sus diferentes naves de crianza y desplazarse por ellas con la misma sensación de como si se estuviera en su interior. Además, el 9 de octubre despedían su vendimia 2020, pero sus viñedos siguen ofreciendo un espectáculo virtual a quien quiera recorrerlos desde la pantalla.

CALADOS EN STREET VIEW

La Bodega Carlos Moro, el eslabón en Rioja Alta del Grupo Matarromera, también abre las puertas a sus visitantes de manera virtual. Google Street View es la aplicación por la que han apostado en este espacio a través del cual sumergirse en sus instalaciones subterráneas con capacidad para 2.000 barricas y descubrir su emblemática historia y tradición vitivinícola. El resto de bodegas del grupo también se han sumado a este sistema, que aunque no ofrecen la eficacia con la que cuentan otros, cumple con la función.

FOTO: D.R.

RIBERA EN CASA: EMILIO MORO…

Tras un siglo e evolución, Emilio Moro, una bodega que ha sabido estar siempre a la última y adaptarse a las circunstancias que afectaban a su entorno, como ha demostrado durante esta crisis, sigue creciendo y presentando joyas embotelladas -las últimas fueron sus Godello de El Bierzo- y apostando por iniciativas que acerquen su labor a los hogares de quienes los beben. De ahí que ofrezcan una colección de recorridos virtuales que conforman un tour que incluye paseos por su viñedo solidario -esas mismas cepas, se pueden apadrinar -, las salas de barricas, e incluso el comedor que sirve de espacio para catas presenciales.

…Y CEPA 21

No muy lejos, Bodegas Cepa 21, desde donde también los hermanos José y Javier Moro, la tercera generación de la familia Moro, elaboran reconocidos vinos de sus cincuenta hectáreas de viñedo propio plantadas con cepas centenarias de la variedad Tinto Fino, una de las más puras del clon Tempranillo. Las mismas que se pueden visitar desde el salón, para después recorrer su sala de barricas o la de elaboración. Todo con un sistema de realidad virtual guiado por un racimo de uvas. 

BURBUJAS EN 360º

La realidad virtual también ha llegado al Penedés. Bodegas Llopart ofrecen un interesante recorrido de la mano de la realidad virtual que ofrece Google Maps. Con una panorámica del Penedès y de las montañas de Montserrat inmejorable se pueden observar los viñedos de los que nacen espumosos de calidad, descubrir la masia que preside la finca para conocer un poco más el origen de sus vinos.

FOTO: D.R.

RUMBO AL SUR

Sobra decir que pasear entre botas apiladas en soleras, sobre esos suelos húmedos donde ocurre el milagro del velo de flor, es difícilmente equiparable a cualquier experiencia que parta de la pantalla de un ordenador. Aún así, existen unos cuantos templos de los generosos donde también han apostado por este tipo de alternativas al enoturismo.

En Bodegas Barbadillo cuentan con tours virtuales para recorrer su impresionante bodega La Catedral Arboledilla y la de San Guillermo en Sanlúcar de Barrameda con el mismo sistema que ofrecía el grupo Familia Fernández Rivera, diseñado por Matterport. Una experiencia de realidad aumentada que va acompañada por una constante sucesión de puntos informativos que desgranan toda la información relevante a la bodega y a sus particulares procesos de elaboración de sus vinos y jereces, donde también se ofrecen videos didácticos con catas y datos de interés.

Dentro del marco de Jerez, en la misma ciudad que le da nombre a la DO, existen otras direcciones que se pueden visitar a golpe de click. En Lustau, a través de su mail de reservas, se puede concertar una visita virtuale personalizada dependiendo de los gustos y preferencias de sus visitantes -virtuales-. Además, diseñan packs a medida de sus vinos con maridaje que envían a casa para acompañar la visita que conducen ellos mismos desde la bodega.

nationalgeographic

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