Entrevista con Josep Maria Bagudà Serenó, Managing Director del Bedbank de Ávoris
Enric López C., CETT-UB
Estamos ya en la recta de salida de los diferentes períodos de recuperación del sector turístico, tanto en España como a nivel mundial, donde los factores de seguridad y confianza, etc. en relación al destino y a las empresas que lo forman (hoteles, restaurantes, actividades, cultura, etc.), serán fundamentales para “reconvencer” a los turistas para que llenen nuestras ciudades, costas,…., tanto a los nacionales como a los internacionales
A nivel estatal, aún seguimos siendo un país principalmente de “sol y playa”, manteniéndose como el principal motivo de los turistas que vinieron este año 2019 a nuestro país: esos más de 80 millones de personas que este año no tendremos.
Para entender mejor cómo la COVID19 está afectando a esta tipología de turistas, he podido entrevistar a Josep Maria Bagudà Serenó, Managing Director del Bedbank de Ávoris, de amplia trayectoria profesional en el sector (Serhs Tourism & Hotels, TQ3 Travel Solutions de TUI Group, entre otras); y colaborador habitual de diversas entidades y universidades.
Ávoris es un operador turístico global verticalmente integrado, con presencia, a través de sus diferentes marcas, en todas las ramas de la actividad turística, forma parte del Grupo Barceló, uno de los principales grupos turísticos de nuestro país.
El Bedbank de Ávoris, compuesto por un banco de camas (Bedtoyou) y una central de reservas hoteleras (Rhodasol) da servicio a todo tipo de clientes nacionales e internacionales, turoperadores, mayoristas, minoristas y OTAs ofreciendo acceso a un porfolio de más de 100.000 hoteles y con más de 1,5 millones de pasajeros que viajan con el Bedbank de Ávoris.
¿Cómo ves la recuperación en tu sector?
Aunque nuestra obligación es mantenernos optimistas y preparados para la próxima apertura de los negocios turísticos, el sector ve cómo la incertidumbre va en aumento, la mayoría de negocios vinculados a los viajes siguen cerrados, y las proyecciones de desescalar el confinamiento que fija el Gobierno van postergando los plazos.
Según los últimos datos, el coronavirus podría tener un impacto de unos 125.000 millones de euros en la actividad de la industria turística en el 2020, lo que supondría una caída de más del 80% sobre el total de la actividad del año anterior y la posibilidad de que muchos hoteles y negocios turísticos todavía hoy se planteen si podrán abrir y como lo harán este verano 2020, con grandes interrogantes como son el nivel de demanda y el nivel de precios en el mercado.
El impacto de la paralización de la actividad y las previsiones están empeorando, en relación con el escenario inicial previsto en marzo, al tiempo que la mayoría de los negocios están a la espera de conocer e implementar los definitivos requerimientos sanitarios para proceder a la apertura.
Por ello, y por la proximidad de la temporada alta, se están revisando continuamente al alza las pérdidas que podría registrar el sector turístico nacional debido al retraso en los posibles plazos de arranque de las actividades, y a la espera de conocer los protocolos sanitarios y de seguridad “precisos y consensuados”, con un calendario de aplicación en el tiempo y las restricciones a aplicar que llevarán asociadas.
Aunque la recuperación será lenta y sin unos plazos exactos, debemos ser fuertes, mantener el optimismo y el positivismo, adaptando los productos y servicios actuales a la nueva situación, generando nuevos procesos, nuevas operativas y sobre todo nuevas formas de atención a los clientes, con una finalidad: generar confianza para que el posible “miedo” a viajar quede en el olvido una vez arranque la demanda.
Una demanda que obviamente, en primera instancia, se activará a nivel nacional y con productos de proximidad, con especial atención en productos de interior y rurales, apartamentos turísticos y todo tipo de hoteles que se ajusten a los nuevos requerimientos del cliente post-covid.
A nivel internacional, la cuestión es, como comentábamos antes, saber cuándo desaparecerán las limitaciones de movilidad, con apertura de fronteras terrestres y la reanudación de la actividad aérea sin las restricciones de transporte entre países. No obstante, ya vemos en la mayoría de operadores europeos un gran interés en empezar a preparar la temporada 2021, ya que prevén muchas limitaciones en la actual temporada 2020.
Son tiempos excepcionales y complicados y este año 2020 será un gran reto para todos, pero lo tenemos muy claro: juntos saldremos adelante y volveremos a viajar.
¿Puedes indicarnos 3-5 puntos clave / ámbitos de gestión para acelerar esta recuperación en tu sector y así “avanzar” el futuro?
Evidentemente los diferentes actores del sector estamos muy interesados en abrir puertas y empezar a vender y reactivar el negocio, pues nunca el sector turístico había tenido que afrontar una situación tan adversa y desconocida a pocas semanas del inicio de la temporada de verano, con hoteles y agencias de viajes cerradas, aviones parados, y todos trabajando desde nuestros domicilios.
La recuperación será lenta, y sin una fecha clara, es difícil pensar que el sector se relance con fuerza, al menos en el corto plazo y para este verano, pues seguramente habrá grandes diferencias en los plazos de apertura al turismo de los distintos países, segmentos y negocios, así como grandes restricciones para el cliente internacional. Es por este motivo, que nos interesa a todos hacer un seguimiento continuado de la situación para enfocar la reapertura, que queda supeditada a varios factores, ante todo sanitarios y a nivel de normativas.
Será clave para todos los negocios avanzar hacia un nuevo modelo de gestión muy orientado en la higiene, la seguridad e inversiones en tecnología y recursos para la prevención de contagios a todos los niveles.
Además de la prudencia individual, serán claves todas las adaptaciones operacionales que todos los negocios deberemos adoptar para trabajar en este nuevo entorno, para que los clientes empiecen a salir, y así la demanda empiece a reactivarse. Todos nosotros, como potenciales clientes que somos de todos los negocios, debemos ver todo lo que podemos hacer y aportar, para revitalizar el mercado y empezar a salir, paso a paso, de la situación de parálisis actual.
España, un país con 47 millones de habitantes, recibió el año pasado un total de 83,7 millones de turistas internacionales. Este dato hace evidente para todos que, si queremos que el negocio turístico remonte, una parte importante de estos turistas internacionales puedan y quieran volver a visitarnos.
Sin ellos, la confianza de recuperación que depositamos en el cliente nacional y de proximidad será insuficiente. Necesitamos las fronteras abiertas, conexiones por tierra, mar y aire, pero sobre todo necesitamos transmitir la confianza que sanitariamente somos un destino seguro, que, aunque el virus nos ha azotado fuerte, hemos hecho grandes esfuerzos para darle la vuelta a la situación y convertirnos en el destino seguro que siempre hemos sido, comparándonos con nuestros competidores mediterráneos.