Proyectando el Turismo: AirBnB en punto de inflexión

Desde el pasado 5 de septiembre, Nueva York empezó a aplicar una medida que a efectos prácticos termina con Airbnb tal y como funcionaba hasta ahora. La ciudad estadounidense ha ganado la batalla legal contra la plataforma de alojamientos y podrá empezar a aplicar una serie de restricciones que cambiará por completo los alquileres a corto plazo en la ciudad.


Una vez la jueza desestimó el recurso presentado por Airbnb, la ciudad ya puede empezar a aplicar las restricciones al alquiler vacacional de corto plazo. La principal medida es que Airbnb únicamente podrá ofrecer alojamientos completos para estancias superiores a un mes. Ya no se podrá ofrecer todo un apartamento únicamente para una semana, por ejemplo.

Esta medida supone la eliminación de una gran cantidad de alojamientos, que se presentaban como alternativa a los hoteles.

Otra obligación es que los anfitriones deberán registrarse y controlar que su actividad es legal. Desde Airbnb han criticado que este proceso es invasivo a la privacidad y que puede ser un proceso burocrático muy lento.

El tiempo mínimo de un mes es para el alojamiento completo, pero Nueva York sí permitirá a Airbnb seguir operando en periodos cortos cuando el anfitrión resida en el apartamento.

Nueva York desde Brooklyn (Fotografía original de Alberto Aristeguieta)

Si el dueño del piso vive y esté presente en el alojamiento y no hay más de dos visitantes, la normativa sí permite estancias cortas.

AirBnb nació precisamente como una plataforma para encontrar ‘Bed and Breakfast’, alojamientos donde la persona que vivía nos permitía dormir en el sofá o en una cama que le sobraba y nos daba de desayunar.

Sin embargo, esa filosofía original ha derivado en el ofrecimiento de alojamientos enteros, compitiendo directamente contra hoteles y otros servicios. Esa posibilidad de acceder a alojamientos enteros es lo que ha llevado a contribuir a que los precios de los alquileres en las grandes ciudades estén disparándose.

Con la obligación de que el dueño esté presente se intenta que Airbnb vuelva a sus orígenes. A ser una opción específica, donde la hospitalidad del anfitrión sea un factor principal y no sea meramente un “entrega llaves”.

Otros sectores en otras partes del mundo han tomado iniciativas similares. Por ejemplo, en Barcelona, los taxistas lograron que Uber fuese desterrada de la ciudad, y los hoteleros presionan para lograr lo mismo con AirBnB. ¿Logrará esta nueva medida neoyorkina convertirse en un efecto dominó que lleve a otras ciudades del mundo a adoptar políticas similares?  La función apenas comienza.

Fuente: https://www.xataka.com/

Alberto Aristeguieta

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